Un proyecto abre la puerta a que el faro del cabo Prior, en Ferrol, se convierta en un alojamiento

Desde que Puertos del Estado abrió la opción de que los faros deshabitados tengan algún otro uso ha surgido alguna iniciativa para las señales marítimas de Ferrolterra y Ortegal, pero ninguna ha prosperado. Las construcciones con más posibilidades son las del cabo Prior (Ferrol), con dos viviendas desocupadas desde 1993, y Estaca de Bares (Mañón), uno de los pocos faros donde aún reside una técnica de sistemas de ayuda a la navegación, denominación oficial del farero. La experiencia de Illa Pancha (Ribadeo), donde se han habilitado dos apartamentos turísticos, es la única que se ha dado hasta ahora en el ámbito de la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao.

Ignacio Fernández, responsable de sistemas de ayuda a la navegación de la AP confirma que hay un empresario interesado en transformar las viviendas del faro de Prior en un alojamiento turístico. «Está en esa fase, aunque de momento no se ha materializado. Hay un promotor, ha hecho dos visitas a las instalaciones, la segunda con una arquitecta para que redacte la memoria económica y poder ver así el coste, pero de momento no ha presentado el proyecto. Fue este verano», indica. En el caso de Estaca de Bares, explica que la propuesta recibida en su día se ha quedado en nada: «La última persona interesada perdió el interés».

El empresario que barajó la opción de crear un hotel en las edificaciones que rodean el faro de Bares, que prefiere no desvelar su identidad, desechó la idea «por la elevada inversión» que requería y por el canon que, a tenor de los precedentes de otras zonas de Galicia, haría irrealizable el proyecto. «No es viable, la inversión inicial era de un millón de euros, para hacer un hotel de 12 habitaciones. Son las cifras que me dio la arquitecta. Pero es que después habría que pagar el canon mensual, que en algún faro similar es de seis mil euros al mes», aduce.

El canon lo hace inviable

«Salvo que venga una empresa grande grande, nada, por mucho que en el garaje [situado al lado de las construcciones del faro] permitieran abrir una cantina», abunda este hostelero, que pretendía compaginar su actual negocio con el hotel. «Son sitios especiales y tienen tirón de la gente, eso lo sabemos, pero con esas condiciones [por parte de la Autoridad Portuaria] no es viable», remarca. Solo lo ve posible si el Puerto acometiera la inversión inicial necesaria en la construcción. «Si hace la obra, como ha ocurrido por ejemplo en el faro de cabo Silleiro [en Baiona], ya se puede plantear, porque aunque tengas que gastar dinero en el acondicionamiento interior y el equipamiento, puede ser asumible. Pero así, no», concluye.

«Nosotros no podemos mejorar las instalaciones que van a formar parte de la concesión», zanja Ignacio Fernández. «Sí se contempla en el contrato que, en función de la inversión que haya tenido que realizar el concesionario, se fije un canon de explotación u otro. No serían las mismas condiciones si tiene que invertir cien mil euros en la obra que un millón. Ese tipo de mejoras sí se pueden aplicar en el canon, fundamentadas en la inversión efectuada», señala. El Puerto también estaría dispuesto a acometer alguna mejora en el exterior de los inmuebles: «Es algo que sigue siendo nuestro, no forma parte de la concesión, que se refiere solo a lo que es el local».

En cualquier caso, sostiene que la intervención que necesitaría el edificio de Prior «es interior, la cubierta fue rehabilitada e impermeabilizada, la carpintería exterior es nueva, se hicieron obras de rehabilitación de la linterna del faro y se pintó la torre, tanto interior como exteriormente».

---

---

---