La empresa sostiene que la baja demanda no justifica la recuperación de viajes
05 oct 2021 . Actualizado a las 20:19 h.Corren malos tiempos para el transporte público entre Ferrol y A Coruña. A las deficiencias ya estructurales en un servicio ferroviario que se presta en una línea de principios del siglo pasado, se suman ahora los problemas que denuncian a diario usuarios del servicio de transporte por carretera. La pandemia del coronavirus ha agravado esta situación, en cuanto a la línea ferroviaria, ya que, la recuperación de la actividad que se ha producido en estos sectores no ha supuesto la reposición de todos los servicios que fueron suprimidos en el confinamiento y en los primeros meses de la crisis sanitaria.
En estos momentos, solo la mitad de las frecuencias han sido repuestas, de forma que entre ambas ciudades circulan tres convoyes en cada dirección, mientras que antes de marzo del 2020 salían de la urbe naval hacia la herculina siete trenes, y seis lo hacían en sentido inverso. Renfe insiste en que irá reponiendo el servicio conforme se reactive la demanda. Gregorio Bermejo, responsable del sector ferroviario de CC. OO. de Galicia, alerta, no obstante, de que la mayor parte de los viajes se realizan sin la presencia de un interventor, a excepción de los que forman parte del único enlace entre el municipio naval y Madrid, que parte a las 6.20 horas. «¿Cómo se calcula la demanda que hay si no se puede contabilizar a la gente que sube y baja?», se pregunta.
Bermejo añade que en todas las reuniones que mantienen los sindicatos con la dirección de la compañía insisten en la reivindicación de que se repongan el 100 % de los servicios, sin que hasta el momento haya sido atendida esa demanda.
Rentabilidad económica
Fuentes de Renfe aseguraron ayer que la tasa de aprovechamiento en la línea, es decir, el retorno económico de cada billete que se vende, se encuentra por debajo de los niveles anteriores a la pandemia. Además, añadieron que, mientras que en el conjunto de Galicia se ha ido incrementando la demanda de billetes un 26 por ciento en relación con el año 2020, en el caso de Ferrol continúa a la baja. «Desde Renfe se analizan constantemente estos datos. La compañía decide qué servicios públicos recuperar en función de la demanda; y se ha detectado que el incremento de trabajo no presencial influye en la movilidad», subraya.
En cuanto a la ausencia de personal, la compañía sostiene que la pandemia ha ralentizado el proceso de incorporación de nuevos trabajadores, aunque muestra su confianza en que la situación pueda agilizarse.
No obstante, los niveles de ocupación en los servicios ferroviarios entre ambas ciudades son bajos porque los tiempos de los trayectos no son competitivos, al oscilar entre una hora y ocho minutos y una hora y media. Mientras, el transporte por carretera ofrece viajes que se salvan en 40 minutos.
Por otro lado, la situación a corto plazo aún se va a agravar más, ya que debido a la huelga de los maquinistas convocada hasta la próxima semana repercutirá de forma que durante varias jornadas únicamente circularán dos trenes en cada sentido.
Sin mejoras en el horizonte
Tampoco a medio plazo se vislumbran reducciones sustanciales de los tiempos de viaje. Únicamente está en marcha el proyecto de supresión del baipás de Betanzos, pero aún no se presentó el estudio informativo de la obra. Gregorio Bermejo recuerda que si Renfe acometiese la rectificación de curvas, con lo que se ganaría velocidad en algunos tramos, y se electrificasen otros, junto a la obra del baipás, se podría reducir el trayecto Ferrol-A Coruña hasta dejarlo en 50 minutos.