Afecta a los edificios que estaban vallados por riesgo de caída de cascotes
07 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Las vallas que desde hace cinco meses impedían el paso por la acera de la calle Virgen de la Cabeza que discurre a lo largo del cuartel de la Guardia Civil de Ferrol han sido sustituidas por grandes andamios que cubren todas las fachadas de los edificios que, en su día, fueron utilizados como viviendas por familias de miembros de la Benemérita y que se encuentran en un avanzado estado de deterioro. De ahí que en abril de este año se hubiese decidido cortar al paso de peatones ese tramo de acera, por el evidente peligro de caída de cascotes.
El cambio de las vallas por andamios responde al inicio de una nueva fase de las obras de rehabilitación del cuartel ferrolano, en el que el Ministerio del Interior ya había invertido 1.415.000 euros en la reforma completa de otros tres módulos, a los que en junio del 2018 se trasladaron los distintos servicios de la Compañía de la Guardia Civil y del Destacamento de Tráfico.
En la siguiente fase estaba previsto intervenir en el edificio anexo a los tres ya rehabilitados, pero los daños causados por los temporales y la falta de mantenimiento en los que lindan con la calle Virgen de la Cabeza obligaron a modificar el plan de trabajo, dando prioridad a estos últimos. No obstante, las obras adjudicadas a la empresa Construcciones Guerreiro Somozas, que han comenzado hace unos días, no tienen el volumen presupuestario de la primera fase, porque se centran en la cubierta del edificio. Al igual que ocurrió con los tres bloques ya rehabilitados, el tejado estaba en muy malas condiciones y tendrá que ser renovado en su totalidad, con la colocación de una estructura metálica con cubrición de zinc.
Los trabajos avanzan a buen ritmo y ya se ha retirado gran parte de la cubierta de uralitas de fibrocemento, cometido para el que la firma adjudicataria de las obras tuvo que subcontratar una empresa especializada en el manejo de materiales que contienen amianto.
Por el momento se desconoce si la próxima fase de rehabilitación integral del cuartel, que ya sería la tercera, se centrará en estos mismos edificios, para acondicionar las viviendas de los guardias -en la actualidad solo había una ocupada y la familia afectada tuvo que mudarse por las obras- o si se retomará la propuesta inicial de intervenir en otros espacios. Esa futura fase afectará al edificio anexo a los tres ya renovados, que se pretende demoler, al igual que el último de la calle Virgen de la Cabeza y a los galpones destinados a talleres y almacenes situados entre ambos al final del recinto, porque están muy deteriorados y no se consideran necesarios.