Y no parece echar de menos Portugal: aquí tiene playas de sobra para continuar su pasión. Sus favoritas son Santa Comba y Doniños, aunque se acuerda mucho de Peniche, en la Região do Oeste del país vecino, donde se celebran los famosos supertubos, y de Ericeira. Aún así, reconoce que en Portugal las olas no tienen la «calidad mundial», como él dice, de Doniños. «Es como una península, tiene olas buenas cualquier día del año».
Pero a pesar de las condiciones naturales de la Costa Ártabra que atraen a miles de turistas cada temporada, Chaves es realista: «Lo que hay que hacer es un surf responsable y sostenible. Desde la Federación intentamos promocionar la zona, pero hay que crear eventos y actividades con un valor añadido». Prueba de ello es que hace cinco años se vieron obligados a cambiar la ubicación del campeonato de España de Doniños. Había muchas personas y una ciudad de tamaño pequeño como es Ferrol no podía asumir tanto tránsito de personas, transportes y equipamiento. Su decisión fue por responsabilidad con el entorno: «Lo hicimos por ecologismo. No era sostenible llevar un campeonato donde nuestro impacto ambiental era incompatible con el crecimiento del surf en la comarca, que es nuestro principal objetivo». En relación a esto, el portugués pone la tilde sobre la falta de inversión para este y otros deportes: «Tenemos calidad, pero falta estructura. Ahora mismo en Ferrol no tenemos a ningún surfista en competiciones internacionales», explica, y es que hay cantera de sobra en la comarca. Por ejemplo, el ferrolano Bruno Martín está en la selección nacional de bodyboard y la surfista Martina Álvarez, aunque ya no compita, llegó a hacerlo a nivel internacional. Chaves tiene muchas ideas para cumplir con su misión de hacer el surf accesible para todos, pero para ello son necesarias más escuelas especializadas de calidad y más facilidades para las mismas, así como la implementación del surf, atendiendo a las características de nuestra costa, como actividad extraescolar en los colegios.