Tensa espera de un padre de Ferrol por la custodia exclusiva de sus dos hijas

Carmela López
carmela lópez FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

La letrada Inés Díaz plantea adelantar el juicio.
La letrada Inés Díaz plantea adelantar el juicio. CESAR TOIMIL

11 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El padre de dos niñas de nueve y cuatro años que residen en la zona de Ferrol está desesperado por el hecho de que el Juzgado de Familia hubiese aplazado hasta noviembre el juicio del divorcio, en el que también se resolverá la custodia de las menores. Su preocupación radica en la situación en la que se encuentran las pequeñas cuando están con su madre e incluso teme que se las pueda llevar fuera de España. Los temores del progenitor se ven respaldados por un informe pericial psicosocial elaborado por la Subdirección Territorial de Ferrol del Imelga (Instituto de Medicina Legal de Galicia) a petición del Juzgado de Familia, en el que, entre otras cuestiones, se señala que «en períodos vacacionales, no se recomiendan períodos de estancia de las niñas con su progenitora superiores a una semana».

El Imelga recoge que «tras el análisis de todos los datos, valoramos que la opción de custodia compartida no estaría indicada desde el punto de vista técnico, observados múltiples indicadores desfavorables y de mal pronóstico». Y añade que «teniendo en cuenta los factores de riesgo detectados en la progenitora (negligencia, estilo educativo punitivo), sus condiciones sociofamiliares, así como la falta de colaboración con el programa de intervención interpuesto por el Servicio de Protección de Menores, se considera más beneficiosa para las menores la custodia exclusiva paterna, contando con la colaboración de tía paterna durante el tiempo que el progenitor no pueda ejercerla por motivos laborales».

En sus valoraciones de ambos padres, el Imelga señala que en el caso del varón se observa una correcta adaptación a nivel social y un adecuado ejercicio de la guardia y custodia en los períodos en los que las hijas están con él. En la actualidad reside en el extranjero y ha formado una nueva familia, pero se traslada a España periódicamente y tiene expectativas de restablecerse definitivamente aquí y poder hacerse cargo de las niñas. Cuenta con el apoyo incondicional de su familia, tanto en el plano económico como en el cuidado de las menores.

Respecto a la madre, el informe psicosocial del Imelga recoge que en la evaluación realizada no se observa la presencia de patología clínicamente significativa, pero que, tanto en las entrevistas como en el resultado de la prueba aplicada, se advierte tendencia a mostrar una imagen excesivamente favorable de sí misma, negando y ocultando información que ella considera que le puede resultar desfavorable, con un estilo de respuesta defensiva y con tendencia a la disimulación.

Según la información facilitada por la abogada del padre, Inés Díaz, el procedimiento de divorcio se inició a instancias del marido el 1 de octubre del 2019. Unas días después la esposa también interpuso demanda y los dos procedimientos se acumularon. Antes de que se señalase fecha para la vista, tanto el colegio de las dos niñas mayores -una de ellas ya la tenía la mujer cuando vivía en su país de origen, Brasil- como la guardería de la pequeña pusieron en conocimiento de los Servicios Sociales del Concello que las condiciones higiénicas de las niñas eran muy deficientes y el asunto fue remitido al Servicio de Protección de Menores de la Xunta.

En mayo del 2020 se celebró una vista en el Juzgado, que acordó un régimen de custodia compartida semanal, y fijó una pensión a cargo del padre de 300 euros y otros 300 para el alquiler, además de tener que hacer frente a los consumos corrientes del piso en el que reside la madre con las niñas y otra pareja, según confirmó la Policía Local.

El juicio se fijó para el 13 de octubre del 2020, pero llegada esa fecha, el juez llamó a los letrados y les comunicó que no se veía capacitado para decidir el tema de la custodia, por lo que solicitó el informe del Imelga antes citado, que consta de 24 páginas e incluye entrevistas con todos los implicados, incluida la niña de nueve años, quien explica que su madre es la que más se enfada, «nos riñe y nos pega» y que «prefiere estar con papi».

El 8 de junio de este año se recibió dicho informe y se acordó la vista para el pasado 14 de junio, pero el abogado de la mujer pidió la suspensión por una grave enfermedad suya. La letrada del padre solicitó entonces que se requiriese a la mujer para que designase un nuevo abogado y que se fijase una nueva fecha para el juicio lo antes posible, pero se les comunicó que la más próximo es el 8 de noviembre.

Mientras tanto, las menores tendrán que seguir estando una semana con su madre y otra con su padre o con su tía paterna, cuando él está fuera.