Neny Piñeiro: «Me gusta tener la agenda siempre llena»

BEATRIZ ANTÓN FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

Neny, retratada en la piscina de Caranza. «Hay gente que piensa que la natación sincronizada es un baile acuático al estilo de las películas de Esther Williams, pero se equivoca. La sincro es un deporte muy exigente, de apneas muy duras, fuerza y explosividad».
Neny, retratada en la piscina de Caranza. «Hay gente que piensa que la natación sincronizada es un baile acuático al estilo de las películas de Esther Williams, pero se equivoca. La sincro es un deporte muy exigente, de apneas muy duras, fuerza y explosividad». JOSE PARDO

Tiene 24 años, entrena a la sirenas del Club Sincro Ferrol, prepara oposiciones para ser maestra de Primaria y practica crossfit: «Soy de las que se machacan en el box»

06 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Quedamos a las nueve y media de la mañana en el Bonilla, y mientras mi cuerpo todavía intenta espabilarse a base de cafeína, ella acude a la cita fresca como una lechuga, en mallas y con las pilas cargadas después de una intensa sesión de crossfit en el Box L61 de Narón. «Se trata de una disciplina que mezcla ejercicios militares de alta intensidad con halterofilia. La descubrí hace unos cinco años, mirando entrenamientos por Internet y la verdad es que me encanta. Soy de las que se machacan en el box», confiesa sonriente Naomi Piñeiro Avendaño (Ferrol, 1997).

Con su melena rubia y sus grandes ojos azules, Neny -como la conoce todo el mundo- proyecta una imagen dulce, casi angelical, pero al mismo tiempo también transmite mucha fortaleza y seguridad en sí misma. Tiene solo 24 años, pero lleva ya siete -desde los 17-, ejerciendo como entrenadora en el club de natación sincronizada Sincro Ferrol. «Ahora estamos a tope, porque en pocos días son los campeonatos gallegos, que es la prueba estrella de la temporada», comenta en un inciso Neny, encargada de adiestrar a las nadadoras de las categorías de nivel.

JOSE PARDO

Hija de mariscadores y hermana de otro deportista -Carlos, que le lleva 16 años y es entrenador de pádel-, esta joven extrovertida e inquieta descubrió que el agua era su «hábitat» natural de muy niña. Con siete años, su abuelo le animó a apuntarse a natación en la piscina de A Malata: allí había una «escuelita» de sincronizada, descubrió que aquello no se le daba nada mal... Y con nueve años ya estaba practicando apneas y figuras en el Sincro Ferrol, con el que se subió al podio en varias ocasiones. «Fueron años muy bonitos, pero lo que más recuerdo no son las medallas, sino la relación con las otras nadadoras del equipo, y los valores que aprendimos en el club, como la disciplina, el compañerismo o el esfuerzo», comenta.

Neny confiesa que por aquellos años era una «friki» de la sincro, se entregaba al cien por cien en los entrenamientos y era muy «curranta». Tal vez por eso ahora, como entrenadora, exige lo mismo a sus nadadoras. «Pero no soy dura ni me gusta sacar el látigo. Si hay que pegar un grito, lo pego, pero soy más de hablar las cosas y de poner el foco en lo bueno en vez de en lo malo. La fortaleza mental es tan importante como la física y no puedes motivar a alguien si no haces más que machacarlo y solo le dices sus defectos», defiende.

A Neny le gustaría ver a más chicos en la piscina -«en estos momentos solo tenemos un niño»-, y echando mano de su vena reivindicativa, reclama con vehemencia más horas de entrenamiento en la piscina de Caranza: «Es la única de la zona que tiene profundidad suficiente para hacer sincro, pero como somos un club chiquitito y lo único que se tiene en cuenta es el número de licencias, solo nos han dado 14 horas a la semana. Es injusto».

Disciplina positiva

Le apasiona su trabajo de entrenadora, pero ya ha decidido que el próximo curso hará un «parón» para poder centrarse en las oposiciones. Estudió Educación Primaria con la especialidad de Educación Física y ahora se prepara para ser maestra junto a su pareja, en la academia Equipo Laura, donde está aprendiendo mucho de disciplina positiva y nuevos métodos de enseñanza. «Yo cuando estaba en la ESO no tenía claro lo que quería hacer, pero tuve un profesor de Filosofía que me marcó mucho, porque siempre quería que nos cuestionásemos las cosas, nos hacía reflexionar y consiguió que yo fuese feliz a clase. Fue ahí cuando decidí que yo también quería hacer lo mismo de mayor. Los niños deberían ir contentos al colegio y eso es algo que debemos conseguir los profes», dice convencida.

Entre las «opos», el club y el crossfit, a Neny no le queda demasiado tiempo libre. Pero el poco del que dispone le gusta disfrutarlo a tope. «Aunque soy muy hogareña, me gusta tener la agenda siempre llena y hacer planes que me ilusionen», revela. Pasear por la playa se encuentra entre sus aficiones favoritas -sobre todo si se trata de Pantín, cuyas coordenadas lleva tatuadas en el brazo-, además de estar con sus amigas, la música (escucha desde el rap de Ayax y Prok hasta baladas de Bisbal), disfrutar del contacto con la familia... Y viajar. «He visitado algunos lugares en Europa, pero ahora tengo muchas ganas de un choque cultural. Me encantaría viajar a Tailandia o África».