Un desayuno forzado

FERROL CIUDAD

I. VALERIO

En la tienda de Belén, en la calle Magdalena

12 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La tienda de Belén, atendida por Eva Fernández y su madre en la calle Magdalena, vivió el pasado sábado a primera hora un episodio un tanto surrealista. Esperan por ello que no se repita y que si alguien tiene una necesidad es mejor pedirlo que robarlo. Y es que alguien, aprovechando la madrugada, entró en el local y se dio una especie de festín con los ricos productos que venden en la tienda. Entre las seis y las ocho de la mañana del sábado alguien rompió el cristal de la puerta y accedió a la pequeña tienda de comestibles. No se llevó, señala Eva, más que un queso grande, pero parece que la persona o personas que entraron a la fuerza en el local querían desayunar a base de bien. Eva cuenta que sobre el mostrador había una taza de café que tuvo que llegar de fuera, un tomate y fruta mordida y restos de las ricas cocadas que tiene a la venta, a la puerta una mochila y otra tras el mostrador, en la que encontraron productos comestibles de los que venden el la tienda. No se llevaron nada, ni tan siquiera el dinero suelto que había en la caja. Belén y Eva solo piden que si alguien necesita comer que lo pida, pero que no provoque destrozos. El trastorno que les causó en la ajetreada mañana del sábado fue peor que la pérdida ocasionada por el extraño o extraños que se ve que tuvieron que huir dejando tras de si los productos que habían cogido con la intención de llevarlos, aunque allí quedaron.