Noruega sentencia: el accidente de la fragata se debió a fallos humanos

Beatriz García Couce
Beatriz Couce FERROL

FERROL CIUDAD

FORSVARET

La comisión investigadora del choque entre el buque construido en Ferrol y un mercante en aguas nórdicas exime de responsabilidad a Navantia

21 abr 2021 . Actualizado a las 19:08 h.

La comisión investigadora del accidente entre la fragata noruega Helge Ingstad -que había sido fabricada en el astillero de Ferrol- y el petrolero TS Sola en aguas cercanas a Bergen ha achacado el siniestro a errores humanos. El hundimiento del buque se produjo, según los técnicos del país nórdico, por las decisiones tomadas por la tripulación después del choque, en la madrugada del 8 de noviembre del 2018. «Puertas, escotillas y otras aperturas que se suponen debían estar cerradas para mantener la estabilidad y flotabilidad no fueron cerradas por la tripulación en el momento de la evacuación», explica el informe, que destaca que esto podría haber evitado el hundimiento, según ha recogido Efe. Además, responsabiliza también a la Armada noruega por no proporcionar previamente a la dotación de la formación necesaria para actuar ante una emergencia similar.

Las conclusiones de este exhaustivo trabajo despejan definitivamente la sombra de la duda que había desplegado Noruega sobre Navantia al apuntar como causa posible del hundimiento de la fragata  fallos en el diseño de los buques que afectarían a su estanqueidad. Esas sospechas las vertieron los miembros de la comisión tan solo unos días después del choque, pero ahora, con un análisis sosegado y de largo recorrido, el dictamen es otro. Navantia siempre rechazó ese extremo y afirmó que el diseño cumplía con todas las certificaciones y satisfacía las condiciones de inundación requeridas por la reglamentación aplicables a buques militares. No obstante, en el 2019 ya se dieron a conocer otros documentos en el país que apuntaban a que el accidente se había producido por factores organizativos, operativos, técnicos y sistémicos del buque, el petrolero y la central de tráfico marítimo.

En el informe difundido este miércoles se resalta que los cálculos sobre estabilidad realizados muestran que «ni la encalladura ni la inundación a través de los huecos de los ejes de hélice fueron un factor decisivo en provocar el hundimiento, ya que el error de no cerrarla habría provocado que se hundiese de todas formas». Además, señala que «esfuerzos para prevenir el hundimiento y priorizar las medidas adecuadas podrían haber ayudado a controlar la situación, pero para que la tripulación pudiera considerar otras acciones debería tener un mejor entendimiento de la estabilidad de la fragata». La actuación de la tripulación, atendiendo a las circunstancias y a que se prefirió evacuar para no poner en riesgo un centenar de vidas, es «comprensible», señala el informe, que aporta 28 medidas para mejorar la seguridad a bordo de sus buques. Entre otros, se menciona la falta de coordinación entre la Armada y Defensa nórdicas sobre planes en situaciones de emergencia y se alude a carencias de adiestramiento importantes de la dotación.

Después del choque, la fragata permaneció hundida varias semanas en las gélidas aguas nórdicas. Tras una laboriosa maniobra de reflotamiento, fue remolcada a su base en Bergen, después de optarse por su desguace.

La Helge Ingstad es la cuarta de una serie de cinco fragatas construidas en Navantia Ferrol en la década de los 2000. Los astilleros españoles mantienen una relación fluida con la Armada noruega, y periódicamente desde la urbe naval se desplazan a Bergen trabajadores de la antigua Bazán para acometer trabajos de mantenimiento de los buques. 

Navantia subraya su colaboración total con los investigadores nórdicos

Navantia subraya la total colaboración que ha mantenido con la comisión de investigación del accidente, y añade que ha contribuido con datos, documentación y resultados de análisis. «Como diseñador y constructor reconocido internacionalmente, Navantia tiene como primera prioridad la seguridad de sus buques y de las tripulaciones que los operan en todo el mundo», explica la empresa pública, que «ve la investigación y la colaboración con la NSIA (Agencia Noruega de Investigación en Seguridad) como una oportunidad en su apuesta por la mejora permanente de sus diseños». La compañía que preside Ricardo Domínguez incide en que el informe plantea 28 medidas para mejorar la seguridad de los buques y ninguna de estas actuaciones involucra a los astilleros españoles.