Los repartidores a domicilio se revuelven contra las multas de aparcamiento en Ferrol

r.p.p. / i.v. FERROL

FERROL CIUDAD

Luis Lobo (a la derecha), junto a otro repartidor de comida al inicio de la jornada de ayer
Luis Lobo (a la derecha), junto a otro repartidor de comida al inicio de la jornada de ayer JOSE PARDO

Hay casos con nueve sanciones en un mes y el colectivo reclama que se habiliten plazas exprés

07 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Los minutos que paran para recoger pedidos de comida les están saliendo caros a muchos repartidores a domicilio en Ferrol. El colectivo, formado por una treintena de trabajadores en la zona, expone que desde hace un mes, la Policía Local ha estrechado la vigilancia y sanciona a los vehículos que utilizan para ejercer su actividad si se encuentran mal estacionados, lo que ocurre a menudo. Aparcar bien en el centro y cumplir con los tiempos de reparto se convierte a diario en un binomio difícil de conjugar para ellos. Y por ello, reclaman soluciones. «Entendemos que si pudiéramos tener zonas habilitadas para aparcar en todo el centro de Ferrol las utilizaríamos sin ningún inconveniente, pero desde el comienzo de la pandemia tuvimos un repunte de pedidos a domicilio», detalla Luis Lobo, que actúa como portavoz. Y eso supone que «en algunas ocasiones nos juntamos hasta nueve repartidores, por ejemplo, en la plaza del Callao sin tener dónde estacionar». Y en ese caso, «la Policía Local al pasar nos multa a todos».

En una entrevista en Radio Voz Ferrol (105,4 FM) expuso que a él no le ha caído todavía ninguna. Pero los amonestados rozan la quincena y «hay algún compañero que ya tiene nueve multas». Eso, traducido al bolsillo, supone 1.800 euros, a 200 por infracción. «Y somos autónomos», recuerda. Las sanciones habitualmente se imponen por estacionar en doble fila. También sobre la acera, en pasos de peatones o paradas de bus. Pero también por adentrarse en el área videovigilada de la plaza de Armas, peatonalizada recientemente y que se activó junto al multamóvil.

Los problemas llegan, exponen, al mediodía en los días por semana. Se junta la hora de la comida con la de la salida de los colegios: «Y tenemos que llegar tarde a recoger el pedido», argumenta. «Llegar al Callao ya es una locura: nos juntamos los buses y los repartidores y no hay un sitio para parar. Y a veces tenemos que dar vueltas», dice, hasta lograr encontrar un espacio, aunque sea infringiendo. El colectivo ha recibido el apoyo público de negocios como El Cantegril. Pero no del gobierno local, que defiende que cualquier aparcamiento que no respete las normas debe ser sancionado. «Son traballadores, pero as nosas vías tratamos de optimizalas para que todo o mundo poda facer uso delas», argumentó el concejal de Seguridade, Germán Costoya. «É un problema», admite, no obstante. Pero contrapone que este tipo de servicio se presta en otras ciudades gallegas, como A Coruña, Santiago o Pontevedra, donde las jefaturas de sus policías trasladaron a la ferrolana que allí no hay problema alguno, porque «os repartidores foron buscando alternativas e a maneira de desenvolver o seu traballo sen cometer infraccións. E así terá que ser en Ferrol», sostiene.

El colectivo pide plazas de aparcamiento exprés que les permitan estacionar solo unos minutos. Proponen, por ejemplo, que se ubiquen hasta tres a continuación de la parada de bus del Callao. Pero el edil estima «bastante complicado poñer estas zonas diante de todos os locais cos que traballan». Los repartidores sugieren además que el acceso al entorno de Armas por Rubalcava y Tierra se realice con pivotes retráctiles y sensores que puedan ser activados y que se conviertan en usuarios autorizados.

Una treintena de correos pero «case ningunha» propuesta a la ordenanza

No va más. El Concello cerró ayer el plazo para presentar propuestas al borrador de la ordenanza de tráfico que el gobierno local aspira a aprobar este verano. Se recibieron durante un mes «25 ou 30» correos electrónicos «como moito», aseguraba ayer el concejal de Tráfico, Germán Costoya. Pero propuestas y aportaciones «case ningunha», esgrimió. La mayoría, detalló, fueron aclaraciones de dudas y consultas de trabajadores de A Magdalena. Y otro grupo, peticiones de nuevas áreas de carga y descarga o plazas de movilidad reducida en determinados sitios, «que non son competencia da ordenanza».

El edil aseguraba en marzo que la intención es aprobarla a principios de verano. Pero ya avanzó que este mes no irá a pleno. Antes, dice, se intentará integrar las aportaciones recibidas. E intentará recabar el imprescindible respaldo mayoritario de la corporación para que salga adelante.

«Cierre perimetral encubierto»

No lo tendrá fácil. Hace semanas el BNG ya mostraba su rechazo a la propuesta. Y el PP anunció ayer sus alegaciones, «tras haber escuchado a vecinos, comerciantes, hosteleros y taxistas del centro». La formación asegura que el gobierno busca un «cierre perimetral encubierto» de A Magdalena, reduciendo el acceso al centro y prohibiendo «algo tan elemental como correr por la calle», artículo que pide que se suprima. Además, reclama que la carga y descarga se mantenga como hasta ahora, con horario partido. Y que la calle Magdalena sea peatonal entre Rubalcava y Coruña de once de la mañana a once de la noche. Además, solicita una rebaja de las sanciones, y más plazas de zona azul.