Análisis

José Picado DE GUARISNAIS

FERROL CIUDAD

14 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Se recrea la historia del azote del cólera en el Ferrol de 1854. Conviene comprobar, especialmente en un momento como el que vivimos, si aprendimos algo de episodios parecidos o cometemos reiteradamente los mismos errores. El cólera causó estragos en Ferrol, Mugardos y Puentedeume, obligó a prescindir del tráfico de mercancías por mar, provocó el adelanto de mejores prácticas higienistas en la población y nos puso ante el espejo de nuestra fragilidad como especie.

Se narra la historia de los fielatos, nombre común de las llamadas Estaciones Sanitarias de Abastos. Allí se hacía el control de los alimentos que entraban dentro de murallas, se cobraban las tarifas del derecho de puertas y los impuestos de consumos. Todavía se recuerda la figura de los «consumeros» vestidos con bata de dril y gorra de visera, apostados en las casetas de arbitrios de la Malata, el Muelle, las puertas de San Fernando y Fontelonga, la Puerta Nueva, la de Neira, la de Canido y las que estaban al pie del Puente de las Cabras, el Alto del Castaño y la Estación del Ferrocarril.

Se explica la trayectoria del Hospital de Caridad, desde su creación en el hospitalillo de la calle Espíritu Santo (casa que bien merecería los honores de una placa), su asentamiento en la cuesta hacia Canido y su actual instalación en el barrio de Caranza. Por supuesto en este trabajo destacan las figuras de Sánchez de Aguilera y Pardo de Atín, hombres especialmente inclinados hacia la procura del bien común. Se detalla la historia del cuerpo de Ingenieros Navales desde su creación como cuerpo de Ingenieros de Marina en 1770, y el papel destacadísimo de J.J. Romero y Fernández Landa.

Se visualizan amplios reportajes sobre los museos más importantes: el Museo Naval (Armada Española), Museo de la Construcción Naval (Exponav), Museo de Historia Natural (SGHN) y la exposición permanente sobre la Semana Santa. Conforman una buena oferta museística al alcance de todos, aunque vistos en conjunto hacen que todavía se eche más en falta el ansiado (y prometido) museo de la ciudad.

El número 32 de FerrolAnálisis, editado por el Club de Prensa, es un trozo de saber enciclopédico que nos ayuda a comprender la esencia del ser ferrolano y el papel que la ciudad departamental desempeña en estos tiempos efímeros, pandémicos, líquidos y cibernéticos. Wenceslao Fernández Flórez, que también se asoma a sus páginas, escribió que además de tener gran afición por las rondallas, las confiterías y las tiendas de cerámica, los ferrolanos éramos gentes de corazón un poco loco pero grande y bueno, generosos y excitables, épicos y líricos. «Un pueblo de sangre hirviente, una fantasía meridional conservada entre los algodones de las nubes norteñas». No cabe un análisis mejor.