La medida afecta especialmente al barrio de Ferrol Vello, donde residen gran parte de los clientes de la sucursal
16 feb 2021 . Actualizado a las 14:39 h.Abanca cerrará a mediados del próximo mes de marzo la sucursal bancaria situada en la esquina de la calle Real con San Diego, frente al Palacio de Capitanía, una zona fronteriza entre los barrios ferrolanos de Ferrol Vello y A Magdalena. Algunos clientes ya tienen conocimiento del próximo cierre de la oficina, aunque la entidad bancaria tiene previsto comunicárselo de forma oficial a todos ellos mediante una carta que se les será remitida próximamente.
Según informaron fuentes de Abanca, este cierre responde a la estrategia de la entidad financiera de concentrar sus servicios de atención al público en oficinas más amplias, dotadas de mejores medios tecnológicos y con gestores especializados en diferentes actividades. En este sentido, las mismas fuentes indicaron que los clientes de la oficina de Capitanía pasarán a ser atendidos en la sucursal de Abanca de la calle de la Iglesia, que abre sus puertas en el bajo de la Casa Romero de Ucha, frente a Correos y el teatro Jofre. Esta oficina será dotada de más personal y contará con más gestores especializados, según apuntan desde la entidad. Desde Abanca recordaron además que desde hace pocos meses funciona en la ciudad una oficina «rápida», la sucursal de la plaza de Armas, que abre también por las tardes de lunes y jueves y cuenta con más mostradores para atender operaciones urgentes como ingresos, recarga de tarjetas de transporte, transferencias, etcétera.
Indignación y malestar en Ferrol Vello
La noticia ha caído como un jarro de agua fría en el barrio portuario de Ferrol Vello, donde residen buena parte de los clientes de la sucursal bancaria de Capitanía. «Muchos son muy mayores y no están para grandes desplazamientos ni tampoco para hacer uso de la banca on line, porque no se manejan bien con las nuevas tecnologías», apunta desde la directiva de la Asociación de Vecinos de Ferrol Vello. Esta entidad tiene previsto ponerse en contacto con las agrupaciones vecinales de Canido y de A Magdalena, «ya que también les afecta el cierre», para llevar a cabo alguna acción de protesta de forma conjunta.
Aunque Abanca ha informado de que el cajero de Capitanía sí se mantendrá operativo, el enfado de los vecinos del barrio portuario es mayúsculo. «En la propia zona del muelle no tenemos cajero, y desde que comenzó la pandemia, el consultorio médico de la calle Manuel Comellas está cerrado y no presta atención. ¿Qué más nos van a quitar? Nos sentimos completamente abandonados», señala con indignación un miembro de la directiva de la asociación vecinal