Andrés Rodríguez Alonso, urólogo: «Ya hay una técnica sin efectos secundarios para resolver la hipertrofia benigna de próstata»
FERROL CIUDAD
Una alternativa de origen alemán que tienen pocos hospitales de España
10 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.El urólogo Andrés Rodríguez Alonso maneja desde hace años el robot Da Vinci XI, la plataforma más evolucionada en cuanto a cirugía robótica. Ahora, además, ha comenzado en el hospital Juan Cardona de Ferrol y el San Rafael de A Coruña a desarrollar una alternativa sin apenas efectos secundarios a la enfermedad más común en los hombres: la hipertrofia benigna de próstata.
-¿En qué consiste esta novedad?
-Ya hay una nueva técnica quirúrgica para resolver la hipertrofia benigna de próstata sin efectos secundarios: se llama Rezüm y es tecnología alemana que no lleva más de un año en España. De hecho, somos pocos los que la hacemos en todo el país. Permite realizar la operación a través de la uretra, como otras tantas intervenciones, pero la diferencia radica en que hasta ahora el resto de intervenciones usaban energía eléctrica o láser y esta es una nueva tecnología en la que se emplea la energía térmica contenida en el vapor de agua, que se introduce a través de un dispositivo en la uretra de forma que cuando entra el vapor, que está a mucha temperatura, provoca que mueran todas las células que forman la hipertrofia benigna de próstata. En unas semanas con el proceso de cicatrización natural de la zona se va reduciendo toda la hipertrofia con la eliminación de las células que la causaban. Toda esa próstata que oprimía la uretra e impedía que el hombre orinase bien vuelve a quedar lisa de forma que alivia todos las alteraciones urinarias, algo que sucede con otras intervenciones quirúrgicas, pero tiene otras muchas ventajas.
-¿Cuáles?
-Las que más preocupaban, ya que con esta técnica no hay alteración en la esfera sexual del hombre, es decir, evita la eyaculación retrógrada que se originaba con todos los medicamentos que se usaban para este problema que afecta al 70 % de los mayores de 70 años y en mucha mayor proporción cuando se cumplen más años. Incluso en personas de 50 años si tienen factores hereditarios. Con el resto de tratamientos se pueden generar problemas sexuales que esta alternativa evita, al igual que otros efectos secundarios. Tiene ventajas sobre los medicamentos y sobre las otras intervenciones para la hipertrofia benigna de próstata y resuelve el problema. Otra de las grandes ventajas es que permite hacer esta operación en pacientes que tienen otros problemas cardíacos o coagulatorios en los que no es recomendable que se sangre, ya que esta operación no genera ningún tipo de sangrado y no hay riesgos.
-¿Cómo es la intervención?
-Es una técnica cómoda, ya que se hace con anestesia epidural y no requiere hospitalización, en dos o tres horas se puede ir a casa. Y en dos o tres días ya puede tener una actividad normal. El posoperatorio es muy sencillo, apenas hay dolor, aunque hay que llevar una sonda unos días. Es muy corta la intervención, porque en función del tamaño de la próstata se dan un número mayor o menor de pinchazos de vapor agua y con el paso del tiempo se reduce el volumen hasta que desaparece por completo la hipertrofia.