Restos de mascarillas y toallitas inutilizan aparejos de barcos de pesca en Prioriño

FERROL CIUDAD

cedida

Las marañas de hilos se enganchan en las redes y las dejan inservibles

18 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La patrona mayor de la Cofradía de Pescadores de Ferrol, Isabel Maroño, ha denunciado el problema con el que se están encontrando desde hace unos días las embarcaciones que faenan en la zona de Cabo Prioriño. Según explicó, al recoger las redes se topan con la desagradable sorpresa de que aparecen repletas de marañas de hilos que, supuestamente, corresponden a toallitas y mascarillas que fueron a parar al mar. Este hecho les está ocasionando grandes pérdidas, ya que resulta prácticamente imposible limpiarlas, porque las redes se rompen y quedan inservibles.

Isabel Maroño indicó que ya se han visto afectadas tres embarcaciones y que en algún caso los daños pueden rondar los 2.500 euros. Y es que se trata de aparejos de mil metros de longitud, cuya reposición implica los gastos de compra de nuevas mallas y plomos, así como el trabajo de las rederas para montar los equipos.

La patrona mayor añade que esta situación está ocasionando un grave perjuicio al colectivo, que se encuentra en plena campaña del centollo, en vísperas de las Navidades, que son las fechas del año de mayores ventas.

La localización en la que se encuentran estos restos les hace sospechar que proceden de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) del saneamiento de la ría, que está ubicada en Cabo Prioriño. Por ese motivo, ya dirigieron un escrito al Concello de Ferrol, para que se tomen medidas al respecto.

Desde el gobierno municipal ferrolano se manifestó a este periódico que los citados residuos no proceden de la depuradora, porque para asegurarse de que no salen sólidos al mar se realizan inspecciones submarinas de forma periódica. Y explican que su aparición en esa zona del litoral de Ferrol puede deberse al efecto de los arrastres por las mareas

La gestión de la EDAR está encomendada a la empresa mixta de aguas de Ferrol, Emafesa, mientras que la de los tanques de tormenta del saneamiento corre por cuenta de Aguas de las Cuencas de España S.A. (Acuaes). Responsables de este organismo ya habían detectado la llegada de mascarillas a la red del alcantarillado tras la primera ola de la pandemia, no porque la gente se deshaga de ellas en el inodoro, sino porque sigue habiendo quien las tira en la calle y el agua de lluvia las arrastra hacia los sumideros. Este comportamiento incívico por parte de algunas personas ha venido a sumarse al cada vez más grave problema de las toallitas, que sí se suelen arrojar al inodoro. Y el elevado incremento de la utilización de ambos productos de higiene derivado de la pandemia del covid-19 no contribuye a que la situación mejore.

Al contacto con el agua, aunque en algunos casos sean biodegradables, las toallitas y las protecciones faciales se van deshilachando con el paso del tiempo y esos hilos se enredan tanto en la maquinaria de los tanques de tormenta de la red de saneamiento como en los aparejos de los barcos de pesca, generando los problemas ya citados.