Conecta la terminal de Caneliñas con Canarias
19 nov 2020 . Actualizado a las 16:46 h.La terminal de contenedores del Puerto de Ferrol da un paso más en su proceso de expansión y acaba de anunciar la contratación de una nueva ruta semanal con Canarias. Con esta son ya tres las líneas regulares que opera la naviera Containerships a través de las instalaciones de Yilport en la dársena exterior de Caneliñas y que viene a sumarse a los dos enlaces de mercancías que ya ofrecen conexiones con Róterdam, Tilbury, Alemania, Dinamarca, Finlandia, Polonia, Suecia, Noruega, Rusia y los países bálticos.
Según informó la Autoridad Portuaria, a partir de ahora la ruta directa -con salida de Ferrol todos los lunes- unirá cada semana el norte de Galicia con Las Palmas de Gran Canaria, donde hará escala los jueves, y Santa Cruz de Tenerife, los viernes. Por ello, el organismo portuario pone en valor que la nueva línea de mercancía contenerizada «permitirá a la industria gallega comprar y vender a más mercados reduciendo costes y tiempos», basándose en mejoras del servicio porque «el tejido productivo accede a más soluciones logísticas y de transporte, con tiempos de tránsitos ajustados y fiables», a la vez que se facilita «la reducción de emisiones y el equilibrio con el medio ambiente». A este respecto, el presidente del Puerto, José Manuel Vilariño, destacó que «siempre es agradable poder ofrecer a la industria un incremento de su competitividad a través de nuestras instalaciones». Y continuó: «Agradecemos también tanto a Containerships como a Yilport que hayan redoblado su apuesta por Ferrol con esta nueva ruta, que es la tercera regular».
Los actores
¿Qué papel desempeña Yilport y cuál corresponde a Containerships? La compañía titular de la concesión de los terrenos donde se asienta la terminal de contenedores es Yilport, filial del gigante industrial turco Yildirim. La firma adquirió la terminal de de Leixões, de la que, a su vez, depende Ferrol Container Terminal (FCT), que es la que opera sobre el terreno en el puerto exterior, esto es, la carga y descarga de los buques portacontenedores a través de las grúas Post-Panamax, instaladas en el 2012 y de inconfundible color amarillo.
A la naviera Containerships le corresponde aportar las líneas de tráficos. Perteneciente al megagrupo CMA-CGM, desde su desembarco en Ferrol, en junio del 2018, la antigua MacAndrews ha movido casi 20.000 TEUs (unidad equivalente a un contenedor de seis metros) cargados con 208.646 toneladas, en un tránsito que no ha hecho más que crecer desde su arranque. De hecho, el pasado mes de junio, pese al escenario global, inauguró la segunda línea conectando Ferrol, Liverpool, Dublín, Greenock y Bristol. La primera, que opera desde hace más de dos años, se dirige a Tilbury (Inglaterra), Róterdam (Países Bajos), Alemania, Dinamarca, Finlandia, Polonia, Suecia, Noruega, Rusia y la zona del Báltico. Este año, a pesar de la crisis del coronavirus, está aumentando un 26,2 %, según los datos hasta octubre.
Apuesta empresarial
La diversificación de tráficos marca la hoja de ruta de la Autoridad Portuaria. En un escenario de descarbonización, que supone la pérdida del volumen de negocio en la descarga de mineral para Endesa, la captación de tráficos de alto valor añadido es el objetivo. Y la mercancía contenerizada responde a ese perfil. Yilport, que ostenta una concesión de 35 años, ha remarcado su apuesta empresarial al solicitar recientemente la ampliación del plazo mediante una prórroga que garantizaría la explotación hasta el 2062. Actualmente, la terminal ocupa alrededor de 60.000 metros cuadrados para dar servicio esencialmente al norte de Galicia. Es la primera fase de un plan mucho más ambicioso que quiere situar Ferrol en el mapa del transporte «deep sea», y que implicaría la utilización de 300.000 metros cuadrados.
La ventaja del calado
La rada ofrece un frente de muelle de 1.450 metros y un calado de 20, lo que la convierte en la única de aguas profundas en el norte de Galicia. Con esta carta de presentación, la terminal persigue instalar un nuevo servicio, el del transbordo, prácticamente inexistente en las terminales de la cornisa oceánica, salvo en Portugal. Esos planes se ven reforzados con la ampliación del puesto de inspección fronterizo, cuyas obras de la segunda fase ya están en marcha. Su función es el control de productos embalados o envasados.