Marcelino Mosquera, médico de atención paliativa: «Mucha gente piensa que cuando le ponen morfina se muere y no es así»

Bea Abelairas
bea abelairas FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

CESAR TOIMIL

Mañana inaugura las ponencias virtuales sobre salud que organiza La Voz y el Área Sanitaria de Ferrol y se retransmitirán en directo por las redes sociales y YouTube

15 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Marcelino Mosquera Pena (San Cibrao, 1963) es responsable de la Unidad de Cuidados Paliativos del Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol y preside la Asociación Gallega de Cuidados Paliativos. Mañana (20.00 horas) inaugura los encuentros virtuales que debido a la pandemia suceden a las Charlas Saludables que organizan La Voz y el Área Sanitaria de Ferrol para informar sobre temas actuales relacionados con la salud.

-¿Por qué ha titulado la ponencia Atención paliativa, esa gran desconocida?

-Muy a menudo sucede que la gente identifica la atención o el cuidado paliativo con el cuidado terminal, creen que es lo mismo, pero son cosas diferentes, es decir, la atención paliativa se enfoca a mejorar la calidad de vida de quien sufre una enfermedad grave. Sin embargo, el cuidado paliativo que se identifica con el terminal es un tipo de atención paliativa, pero se ofrece a personas que están al final de su vida y no tienen más de seis meses. Las personas que requieren atención paliativa tienen una variedad muy amplia de enfermedades, no solo hablamos del cáncer, sino del párkinson, de la enfermedad cardíaca, ictus o la demencia, entre otras muchas. Por tanto, sirve para personas de cualquier edad que sufren una enfermedad grave cualquiera que sea la etapa en la que estén y el resultado a largo plazo.

-¿Por qué se han confundido esos dos términos?

-Precisamente lo que intentamos hacer con estas charlas con La Voz es educar a la población y hay muchos malentendidos que vienen de hace tiempo tanto en los cuidados paliativos, como en cuestiones relacionadas con la morfina, el dolor... La mayoría de la gente piensa que cuando le ponen morfina ya se está muriendo y no es así o cuando llegan a cuidados paliativos ya no van salir, pues no. Tenemos que difundir que lo que se entendía como cuidado paliativo se ha transformado en un tipo de atención y tenemos que explicar cómo es. El objetivo de esta atención es ayudar a la gente enferma a que se sienta mejor en general: aliviar síntomas, porque nosotros vamos a ser los grandes controladores del cansancio, del dolor, de las náuseas, de la depresión... Todo lo que impide que una persona se sienta bien cada día.

-Con una medicina mucho más avanzada...

-En este campo también se hace investigación, estamos desarrollando una aplicación para el control del dolor a distancia, hay más fármacos y distintas formas de administración. La medicina paliativa es altamente tecnificada porque el reto que tenemos en este campo es un problema de comunicación, lo que tenemos que hacer con los pacientes es saber qué necesitan... Lo otro es muy fácil, pides una prueba y te llega el resultado, pero hablar con el enfermo y decidir qué es lo que quiere, cuál es su previsión de vida, cómo quiere controlar el dolor, nuestro trabajo pasa por preguntar al paciente cuál quiere que sea su nivel de dolor, ya que puede haber personas religiosas que no quieren que se les retire del todo. Hacemos una medicina personificada.

-¿Cómo se atienden a la vez desde depresiones a síntomas como náuseas?

-Esa es otra de las ventajas de la atención paliativa: somos equipos multidisciplinares en los que hay médicos, la enfermera de planta, la auxiliar, la supervisora, tenemos psicóloga, psiquiatra, trabajadora social, farmacéutica y hasta un capellán. No solo buscamos el beneficio físico, sino también el emocional y el espiritual. Tenemos reuniones semanales en las que debatimos los problemas que tenemos con los pacientes en todas las dimensiones.

-Y los cuidadores...

-Son personas esenciales para nosotros, por eso tenemos ingresos para cuando se cansan, porque siempre llega un momento en el que claudican y ahí estamos para ayudarles. Cuando los pacientes ingresan en la unidad de paliativos el objetivo es tratar los síntomas y que el enfermo regrese a su casa, donde le seguirán vigilando desde Atención Primaria o con el apoyo hospitalario que precise, cuando se van se llevan un alta planificada, es decir, con ayuda. Y eso implica mucho apoyo al cuidador.