La última colada de La Industrial

beatriz antón FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

Carmen Paz es la última empleada de La Industrial, fundada a mediados de los años 50 por José Piñeiro, más conocido como Pancho, «el cubano»
Carmen Paz es la última empleada de La Industrial, fundada a mediados de los años 50 por José Piñeiro, más conocido como Pancho, «el cubano» CESAR TOIMIL

La emblemática tintorería de la calle María bajará la persiana a finales de este mes

13 nov 2020 . Actualizado a las 20:42 h.

Juan Francisco Sillero Piñeiro todavía recuerda la vieja caldera de carbón que alimentaba el corazón de La Industrial. Y también cómo de niño, nada más salir del colegio, enfilaba el paso hacia la tintorería para pasar allí las tardes de invierno al cuidado de Ignacio, uno de los empleados, «tiñendo algún pantalón o calcetín». Eran los primeros y gloriosos capítulos de una historia que se encuentra a punto de escribir su final, porque, según se anuncia ya en el escaparate, la emblemática tintorería de la calle María bajará la persiana para siempre el próximo 30 de noviembre.

La Industrial, en una imagen tomada cuando por la calle María todavía pasaban los coches
La Industrial, en una imagen tomada cuando por la calle María todavía pasaban los coches

«Me da mucha pena, porque es la historia de mi familia, pero por otro lado me siento satisfecho, porque La Industrial tuvo una clientela fiel y la relación con los empleados siempre fue muy buena. Éramos como una gran familia», cuenta con un hilo de nostalgia Sillero, actual propietario del negocio que fundaron sus abuelos y más tarde comandaría su madre.

A él -que estudió ingeniería y trabaja desde hace años de Vigo- nunca se le pasó por la cabeza continuar con la tradición familiar, pero cuando su madre falleció en el año 2017, Sillero decidió mantener abierta La Industrial hasta la jubilación de las últimas empleadas: Carmen, Marisol y Teresa. Las dos últimas ya están retiradas, así que ahora solo sigue al pie del cañón Carmen, quien en breve será testigo del cierre de un negocio que les reportó muchas alegrías a las tres: «Por suerte puedo decir que siempre nos llevamos muy bien. Fuimos compañeras de verdad, y el trato con los dueños fue excepcional».

En la imagen, las tres últimas empleadas que tuvo la tintorería y por las que el nieto de los fundadores quiso mantener abierto el negocio
En la imagen, las tres últimas empleadas que tuvo la tintorería y por las que el nieto de los fundadores quiso mantener abierto el negocio

Sillero explica que fue su abuelo, Francisco Piñeiro -al que todos conocían como Pancho, el cubano-, quien inició la tradición tintorera en la familia. En torno a 1940 fundó junto a otros socios la tintorería La Cubana en la calle San Francisco (que a día de hoy sigue funcionando bajo el mando de otros propietarios), pero a mediados de la década de los cincuenta se desligó de aquella sociedad y puso en marcha La Industrial en la calle María junto a su mujer, Inés Gómez, en un bajo sobre el que más tarde se constuyó el Hotel Almirante. Tras la muerte de su marido, Inés tomó las riendas del negocio; después le pasó el testigo a su hija, Luz Piñeiro -quien también comandó la perfumería Rial en un local adyacente-, y ya en el año 2006, tras su jubilación, Francisco Sillero asumió la gestión. 

Años esplendorosos

Él recuerda que La Industrial vivió años esplendorosos en los sesenta y setenta, cuando los tintes para los lutos hacían resonar con alegría la caja registradora. Aunque con la muerte de Franco aquella costumbre desapareció, el negocio consiguió sobrevivir gracias a su profesionalidad y buen hacer. Sin embargo, en los últimos años La Industrial fue apagándose poco a poco, debido a múltiples factores, según apunta Sillero, como la aparición en escena las tintorerías rápidas, la moda de la ropa de usar y tirar, el cambio de costumbres -«ahora ya no hay tanta gente que se ponga traje para ir a trabajar»-, la crisis económica y demográfica de Ferrol... Y para rematar, el covid-19.

Con su cierre, la urbe naval pierde uno de sus establecimientos más carismáticos, y se queda con solo dos tintorerías tradicionales: la Ideal, en la calle del Sol, y La Cubana, en Ferrol Vello.