Un 13 % de las edificaciones de la provincia se construyeron antes de 1950«La rehabilitación ha tomado mucho protagonismo y tendrá más a partir de ahora»

montse garcía M. G. SANTIAGO / LA VOZSANTIAGO / LA VOZ

FERROL CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

Suponen 111.000 frente a las 48.000 ejecutadas durante la última década

05 oct 2020 . Actualizado a las 10:07 h.

Más de una cuarta parte de las edificaciones de la provincia coruñesa, concretamente un 28 %, se construyeron en el siglo actual. Son más de 243.100 los inmuebles levantados desde el año 2000, según los datos del Catastro. Pero no todo es juventud en las construcciones. También es significativo el número de aquellas que superan las siete décadas: 111.019, lo que representa el 13,1 % de las 847. 394 existentes. Y otro dato, también a este lado de la balanza, el 40 % de ellas sobrepasan los cuarenta años.

Las diferencias en cuanto a la antigüedad de las construcciones son notables entre los ayuntamientos. Mientras en A Coruña, Culleredo y Narón los inmuebles de antes de 1950 representan solo el 5 %, en Rianxo suponen el 25,9 %, es decir, uno de cada cuatro tienen más de siete décadas, según los datos del Catastro de septiembre. Por su parte, en Santiago alcanzan el 7,1 %, y en Ferrol, el 14,6 %. En números absolutos, encabeza el ránking de edificaciones más antiguas A Coruña, con 8.588; seguido por Ferrol, con 7.663; y Santiago, con 5.840. El resto de localidades está por debajo de los dos millares.

Además, entre los municipios con más de 10.000 habitantes, únicamente en A Coruña, Santiago y Boiro las edificaciones ejecutadas desde el año 2010 superan a las anteriores al año 1950. A ellos se le unen ya con una población inferior Ares y Carral.

Los datos ofrecidos por el organismo del Ministerio de Hacienda permiten observar los momentos álgidos del crecimiento inmobiliario en los municipios. El bum de la construcción se aprecia con claridad en la primera década de este siglo, con más de 195.000 edificaciones en la provincia que datan de esos años. En Ames, Arteixo, Betanzos, Boiro, Cambre, Carballo, A Laracha, Narón, Oleiros, Ordes, Ribeira, Sada y Teo, el grupo más numeroso de inmuebles corresponde a esa época. Sin embargo, en las grandes ciudades no es así. En A Coruña, Ferrol y Santiago, la década que contabiliza un mayor número de edificaciones es la de los años 70 y con muy amplia diferencia tanto en A Coruña como en Ferrol. Lo mismo sucede en Fene. Por su parte, en As Pontes encabezan el ránking aquellas que fueron ejecutadas en la década de los 80, mientras que en Culleredo y Noia, el grupo más numeroso corresponde a los años 90.

En el análisis de la antigüedad de las edificaciones atendiendo a los datos del Catastro se percibe el impacto de la crisis de la construcción. Los inmuebles de esta última década no son ni una cuarta parte de los registrados en el arranque de siglo: 48.085 frente a 195.096. El municipio con menos construcciones levantadas desde el 2010 es Cerdido, con dieciséis, seguido por Mañón, con 27. Por su parte, A Coruña es en donde más edificaciones se ejecutaron, con 8.899, seguido por Santiago, con 6.745. El tercer lugar es para Carballo, con 1.632.

«La rehabilitación ha tomado mucho protagonismo y tendrá más a partir de ahora»

El arquitecto compostelano Manuel Carbajo, del estudio Carbajo Barrios, explica el auge de la rehabilitación.

-¿Cuáles son las características del parque de viviendas?

-Habría que diferenciar entre rural y urbano, aunque eso tenga muchos matices. En el rural hay una mezcla. Así, hay viviendas tradicionales anteriores a 1950, de finales del XIX o principios del XX, que se mantienen por gusto o tradición familiar. Después, existe un porcentaje muy elevado de construcciones que se hicieron a partir de los años 80 hasta nuestros días. Últimamente, hay interés tanto rehabilitar como en hacer vivienda nueva. En las ciudades, poco a poco, el fenómeno de la rehabilitación va cogiendo fuerza por muchas razones. Hay un porcentaje de gente que cree que vivir en la ciudad es un valor. Por mucho que hubo una fiebre a finales de los 80 de vivir en los entornos de las urbes por buscar vivienda más barata, ahora están intentando regresar al centro porque es en donde están los servicios. Entonces, la rehabilitación tiene mucho peso porque en la ciudad la ubicación lo es todo y no tiene mucho sentido tirar los edificios al 100 %. Por ello, la rehabilitación toma mucho protagonismo y va a tomar más de aquí en adelante porque las políticas en general tienden a premiar la regeneración y la renovación, antes que el construir nuevo. Hubo una fiebre de llevar los edificios nuevos a donde no había servicios y eso es poco eficiente.

-¿Cuáles son las preferencias del cliente a la hora de rehabilitar?

-Lo que se busca con rehabilitar es mejorar las condiciones. Entonces, si alguien tiene algo de valor por la propia construcción con cierta gracia, por las vistas..., intenta mantenerlo. Eso sí, siempre buscando unos estándares de confort y de tecnología al nivel al que estamos hoy. Nadie va a renunciar a tener una buena calefacción, un buen aislamiento... Esos fenómenos de hace 30-40 años, cuando rehabilitar era mantener la fachada y hacer un edificio completamente nuevo dentro, pasó a la historia.

-Está cambiando mucho la imagen de las urbes con la obra nueva. ¿Hay menos miedo a innovar?

-En Santiago es cierto se dio un paso más para que la vivienda colectiva no fuese el patito feo de la arquitectura. Pienso que la gente lo demanda más porque te gastas el dinero de tu vida y quieres tener un producto distinto.

-¿Hay muchas diferencias entre las ciudades?

-Por ejemplo, A Coruña tiene un formato urbano muy distinto a Santiago. En A Coruña está todo muy concentrado y prácticamente está todo hecho. Es cierto que hay algunas cosas pendientes y nuevas operaciones, pero son pildoritas pequeñas. En A Coruña creo que hay como dos vertientes. Por una parte, el que rehabilita y se queda en la ciudad vieja -lo que ha pegado un cambio notable en los últimos 10-15 años y en Santiago ya había comenzado mucho antes-; pero también los que buscan las urbanizaciones periféricas.

-¿Se notó el efecto del covid-19?

-Es pronto como modelo de vivienda. Es cierto que todo el mundo se ha dado cuenta de la importancia de tener un espacio abierto en su vivienda. Si antes era una tontería tener tres metros cuadrados de balcón porque en Santiago o A Coruña llueve siempre, ahora cobra importancia. No sé lo pasajero que será, dependerá de la duración de la pandemia.