La despensa del Banco de Alimentos de Ferrol, a punto de quedarse «a cero»

beatriz antón FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

CESAR TOIMIL

La donación de víveres ha caído en picado debido a la imposibilidad de llevar a cabo campañas de recogida presenciales en los supermercados

18 sep 2020 . Actualizado a las 10:01 h.

La imagen que ofrece estos días el Banco de Alimentos Rías Altas (Balrial) de Ferrol es la más desoladora de toda su historia. «El almacén abrió sus puertas a finales del año 2014, y desde entonces, nunca antes había visto tan vacías sus estanterías», se lamenta Manuel González, responsable de la gran despensa solidaria que abre sus puertas en el polígono de A Gándara.

En el banco hay muchos productos que ya se han agotado y otros de los que ya no queda casi nada. «Incluso las reservas de pasta y arroz, que es lo que dona todo el mundo, se encuentran bajo mínimos», advierte González. Basta un dato para comprender la complicada situación que atraviesa el almacén en estos momentos. «Cada quince días, nosotros repartimos alrededor de 10.000 kilos de alimentos entre cuarenta entidades de la comarca, que a su vez se los hacen llegar a unas 4.000 personas con escasos recursos. Pues bien, ahora mismo solo nos quedan 11.000 kilos, lo que significa que apenas tenemos provisiones para el próximo reparto de principios de octubre, cuando nos quedaremos prácticamente a cero», alerta el coordinador de Balrial Ferrol.

CESAR TOIMIL

¿A qué se debe esta situación tan atípica? Pues, como sucede en otros muchos casos, la explicación hay que buscarla en la crisis del coronavirus. Según apunta González, no es que la pandemia haya disparado de forma exagerada el número de usuarios, pero sí ha provocado que las donaciones hayan caído en picado. «Nosotros solemos recaudar la mayor parte de los víveres en las campañas que hacemos con voluntarios al pie de los supermercados, pero ahora ya no podemos hacer estas recogidas presenciales, porque la actual situación sanitaria y el riesgo de contagios impiden el despliegue del voluntariado en las grandes superficies», señala Manuel González.

Así las cosas, la única forma de ayudar pasa ahora por hacer donaciones en el propio local de A Gándara, aunque el coordinador del almacén apunta que últimamente muchas personas están optando por otro sistema: «Cada vez hay más gente que hace una compra solidaria en el supermercado y pide que la envíen aquí, lo que resulta mucho más cómodo, ya que se evitan el desplazamiento».

¿Qué hace falta?

En la despensa de Balrial hace falta prácticamente de todo, aunque González explica que lo más necesario ahora mismo son productos esenciales que se consumen mucho, como leche, café, cacao soluble y galletas para los desayunos, así como aceite, cereales, harina, salsa de tomate, legumbres o conservas de pescados y vegetales.

«También andamos muy escasos de productos preparados, como latas de callos con garbanzos, fabada o lentejas guisadas, que son muy necesarios porque hay que darse cuenta de que muchas de las personas a las que prestamos ayuda están tan necesitadas que ni siquiera tienen dinero para pagar las facturas de gas y luz, por lo que no pueden gastar tanto cocinando y tienen que medir mucho el consumo», explica Manuel González.