«Pensamos que iba a ser peor, si tuviera más bungalós más hubiera alquilado»

Olga Balado montó el cámping Fragadeume, a las puertas del parque natural, hace 26 años. «Estamos sorprendidos, pensamos que iba a ser peor. Tengo once bungalós y si tuviera más, más hubiera alquilado, ha habido bastante movimiento», señala. «Lo peor -confiesa- ha sido la tensión permanente, la persecución del cliente con el higienizador y la bayeta en la mano, la sulfatadora para higienizar los baños tres veces al día, a mayores de la limpieza...».

-Sin holandeses, entre sus principales clientes, ¿quién ha venido este año?

-Holandeses solo hubo una pareja y dos de franceses, pero hubo muchísima gente de Ferrol, A Coruña, de toda Galicia y también de Madrid, País Vasco o Cataluña. Estancias más largas en general, pocos de una noche, casi todos de cuatro, cinco o siete. También ha influido el tiempo, con un julio muy bueno, eso ha ayudado.

-¿Han podido abrir la piscina?

-Sí, con aforo de diez personas dentro del agua. La gente se ha portado, se han organizado solos, la familia que ya llevaba un rato y veía que se acercaba otra se iba. Para las familias con niños ha sido una liberación estar en el campo.

-¿Van a adelantar el cierre?

-Cerramos el 31, otros años estábamos hasta el 15 de septiembre. Hemos cumplido, la carga de trabajo, el estrés y la preocupación han sido grandes. Económicamente, vamos tirando, para tapar agujeros.

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