El edificio fue demolido en junio del año 1986
04 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Sucedió a finales de junio, pero en 1986. El edificio de la fábrica de hielo del puerto de Curuxeiras volaba por los aires para que comenzase un nuevo proyecto urbanístico para la ciudad. Un plan del que se sigue hablando más de tres décadas después: abrir Ferrol al mar.
Fueron necesarios 25 kilos de goma-2, distribuidos en varios puntos de la estructura de un gran inmueble que se había construido en los años 40, pero que llevaba dos décadas sin uso industrial. Y la explosión fue la más potente de la historia de estas operaciones en la comarca. Hace 34 años muchos vecinos sintieron pena por la desaparición de una factoría que durante casi un siglo surtió de hielo muchas casas para enfriar las neveras artesanas que no estaban conectadas a la electricidad. Lo llevaban a domicilio y también se vendían los bloques helados en el puerto. Sin embargo, la suerte del inmueble estaba echada: cuando el último adjudicatario de la concesión renunció comenzaron los planes para la parcela.
Jardines y más atraques
Los responsables del puerto idearon un proyecto, incluyendo la demolición de las instalaciones de la Frigorífica, ascendía a 13.900.000 pesetas y fueron 14 las constructoras que se presentaron al concurso para poner fin a este edificio y comenzar la reordenación del entorno, convirtiéndolo en un área de trabajo, pero también de disfrute de los vecinos. La Junta de Obras del Puerto diseñó un compendio de tareas que incluía, además de la construcción del jardín y de la Casa del Mar, la mejora de las comunicaciones por carretera y ferrocarril, la mejora de los servicios y la ampliación del muelle de atraque.