El pequeño comercio inicia las rebajas con la esperanza de «salvar los muebles»

beatriz antón FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

La tienda Dolores Lola estrenó este lunes las rebajas de verano con descuentos desde el 20 %
La tienda Dolores Lola estrenó este lunes las rebajas de verano con descuentos desde el 20 % CESAR TOIMIL

El CCA A Magdalena inauguró esta mañana oficialmente la campaña, aunque muchas tiendas ya ofrecen descuentos desde hace varios días

29 jun 2020 . Actualizado a las 16:09 h.

Si las marcas de Inditex y otras grandes firmas estrenaron la semana pasada las rebajas sin grandes colas ni aglomeraciones en Odeón, esa ha sido también la tónica dominante este lunes en el pequeño comercio del centro de Ferrol. El Centro Comercial Aberto (CCA) A Magdalena inauguró esta mañana oficialmente las rebajas sin una gran afluencia de público, aunque con la esperanza de que la temporada de descuentos anime las ventas y sirva para contrarrestar las pérdidas ocasionadas por el covid-19. «Todavía es pronto para hacer una valoración porque esto acaba de arrancar y, además, las rebajas de verano no suelen empezar con tanta fuerza como las de invierno. En cualquier caso, tenemos la esperanza de que las ventas se animen sobre todo a partir del 1 de julio, cuando se empezará a notar la llegada de la gente que viene por vacaciones, y que las rebajas sirvan al menos para salvar los muebles», dice Arantxa Aguilar a las puertas de la zapatería Olivares de la calle Real.

Justo enfrente, Manuela Moretón, responsable de la tienda de moda femenina M y L, también comparte esa visión. «Yo ya sé que este año no voy a tener beneficios, pero por lo menos espero ganar lo suficiente como para cubrir gastos y pagar a los proveedores y a mis dos empleadas», comenta sin demasiado optimismo. Como otras muchas voces del sector, Moretón considera que el Gobierno debería regular las rebajas para proteger al pequeño comercio, dado que al no existir ningún período oficial se imponen las fechas pactadas por las grandes cadenas. «Este año pedimos que se aplazasen a agosto como algo excepcional, para intentar recuperar todo lo que perdimos durante el confinamiento, pero no nos han hecho caso, y al final ha pasado lo de siempre. Las grandes cadenas inician las rebajas cada vez más pronto y a los pequeños comerciantes no nos queda más remedio que ponerlas también», comenta.

En ese mismo punto inciden también Lola y Chus Sanmartín, de la tienda Dolores Lola de la calle Real, quienes apuntan que los pedidos de la ropa de verano ya los pagaron hace meses a su «precio normal», pero muchos de esos encargos aún están llegando ahora y se ven obligadas a vender la mercancía a precios rebajados, con lo que los márgenes de beneficio se reducen de forma considerable.

Aunque en el CCA A Magdalena la inauguración oficial de las rebajas tuvo lugar este lunes, hay comercios que ya tientan a su clientela con gangas desde hace varios días, arrastrados por las grandes firmas. Es el caso de la boutique Mussk de la calle Dolores, donde se ofrecen descuentos de hasta el 50% desde el pasado lunes.

La dependienta de este establecimiento, Begoña García, cree que a algunas personas todavía les puede miedo a la hora de salir de compras. «Yo les digo siempre que pueden estar tranquilas porque todas las prendas que se prueban no solo se desinfectan al instante con una máquina de vapor, sino que además las guardamos durante un día para mayor seguridad. Además, tanto el mostrador como todos los elementos que se tocan se limpian y desinfectan de forma continua», advierte García.

«Parece que la gente está más concienciada y quiere dejar el dinero en Ferrol»

En la imagen, Cuqui Ameneiros, dependienta de la tienda de lencería y ropa de baño Paula
En la imagen, Cuqui Ameneiros, dependienta de la tienda de lencería y ropa de baño Paula CESAR TOIMIL

¿La pandemia del covid-19 se ha traducido en un mayor apoyo del cliente al pequeño comercio de proximidad? Desde detrás del mostrador de Lencería Paula, en la calle Magdalena, Cuqui Ameneiros responde con un rotundo sí. «En esta situación nos hemos dado cuenta de que contamos con una clientela verdaderamente fiel. Desde que abrimos la gente está respondiendo bien y, con las rebajas ya se nota más movimiento», asegura. A pocos metros de allí, Karina Vidal, dependienta de La Octava, ofrece un diagnóstico similar. «La gente parece que está más concienciada. Muchas de nuestras clientas nos dicen que quieren dejar su dinero en Ferrol y gastar en tiendas pequeñas en vez de hacerlo en grandes superficies», comenta. Sin embargo, otras voces apuntan que esas intenciones son solo cosas que se dicen «de boquilla» y luego no se traducen en hechos concretos. «Al principio la gente sí se volcó, pero ahora parece que se vuelve a lo de antes», dice la responsable de una tienda de la calle Real.