En A Cabana podría entrar en funcionamiento en agosto
16 jun 2020 . Actualizado a las 16:13 h.Las obras del saneamiento de A Malata encaran el tramo final al superar el 60 % del grado de ejecución. Según indica la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade, los trabajos están «muy avanzados» pese a los retrasos acumulados por el cese de la actividad durante el estado de alarma y la reducción del rendimiento que implican las restricciones en el ámbito laboral por la crisis sanitaria.
Ahora, los trabajos sobre el terreno son visibles en dos puntos de la ensenada: uno junto a la entrada del muelle -en el entorno del paseo marítimo y la pasarela peatonal- y otro frente al recinto de FIMO, también junto a la senda litoral. Esta última construcción corresponde al tanque de tormenta, mientras que al inicio del paseo se está instalando el nuevo colector general de 1.600 milímetros de diámetro, que es el que conducirá todas las aguas residuales de la zona hasta la estructura de regulación de A Malata, y de ahí al interceptor general de la margen derecha de la ría de Ferrol.
Por otra parte, el tanque de tormenta del CIS, en A Cabana, y el bombeo de esa misma zona están terminados a falta de que se instalen los equipos. De acuerdo con las previsiones de suministro -que también sufrió retrasos debido al coronavirus- se montarán a continuación los equipos electromecánicos a finales de julio y en la primera quincena de agosto, por lo que si las pruebas de funcionamiento son satisfactorias, podrían entrar en servicio en esas fechas, de acuerdo a activación por fases que permitiría conectar al sistema de saneamiento el entorno de A Cabana, con lo que la mitad de la ensenada quedaría libre de vertidos.
A partir de ese hito, solo faltaría por concluir los trabajos en el tanque de tormenta de A Malata y la estructura de regulación, que se prevé terminar en torno a octubre o noviembre, según las estimaciones de la Xunta.
Unos meses de retraso
La fecha efectiva del inicio de la actuación hidráulica fue en abril del 2019, con un plazo de ejecución de 16 meses. Pero el parón en los trabajos e incidencias de otro tipo han motivado que el cronograma fuese modificado, con unos tres meses de demora.
La obra se paró las dos semanas obligatorias por el estado de alarma. El resto del tiempo no hubo impedimentos para trabajar, si bien, como se ha mencionado, se vio afectado el ritmo de trabajo por la ralentización de los suministros y por la adaptación de los equipos de trabajo a las medidas de prevención.
De la ejecución de la obra se encarga la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Construcciones Ramón Vázquez y Reino, Construcciones Cernadas, José No Mantiñán e Hijos Construcciones S.A., por un importe de algo más de 7,1 millones de euros. Otros 72.000 euros se destinaron a la redacción del proyecto y 157.000 a la asistencia técnica a la dirección facultativa.
Desarrollo e inversión
La inversión total en las diferentes fases de la infraestructura supera los 226 millones sufragados por diferentes administraciones y de los cuales 104 corresponden a la aportación del Gobierno autonómico.
La intervención concreta del saneamiento en A Malata está cofinanciada al 80 % con el fondo europeo de desarrollo regional, el conocido como fondo Feder.