¿Por qué los hermanos de Ferrol vivían entre basura y 17 perros?

Bea Abelairas
Bea abelairas LA VOZ

FERROL CIUDAD

JOSE PARDO

La soledad origina comportamientos como este, que no se considera enfermedad

12 jun 2020 . Actualizado a las 09:20 h.

Hace más de diez años que dos hermanos de A Graña pasaban la jornada recogiendo comida, ropa, enseres o dando de comer a las palomas en las calles del centro de Ferrol. Sus vecinos más cercanos sospechaban que el caos se multiplicaba en este hogar y sufrían las consecuencias en forma de olores y ruidos, pero el resto de la ciudad se cruzaba sin alarmarse con estas dos personas en la puerta de algún supermercado, donde esperaban con una pareja de perritos en un carrito de bebé, casi siempre sonrientes.

Nunca pidieron limosna y solo una vez solicitaron una ayuda a los servicios sociales municipales, que se la concedieron. Sin embargo, la policía local entró en la vivienda esta semana y se encontró con el panorama que define un síndrome de Diógenes típico, es decir, mucha basura y 17 perros en un hogar que hace tiempo dejó de serlo, porque una parte de la cubierta estaba desmoronada y no había un rincón limpio donde sentarse.

¿Qué lleva a una persona a acumular basura o animales sin control y convertir su casa en un vertedero? El psiquiatra del Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol Alberto Durán lo tiene claro: «Todos los llamados síndromes de Diógenes tienen una causa, que es la soledad, la falta de compañía efectiva y el aislamiento social, por eso se suelen dar en personas mayores, aunque también se han descrito casos de jóvenes con estudios superiores». No hay medicamento que cure este comportamiento que no está considerado una enfermedad mental. De hecho, solo se trata en psiquiatría cuando lo acompaña otra dolencia psíquica. «Cuando llega un síndrome de estos para valoración a nuestros servicios lo remitimos a los servicios sociales, porque son ellos los que deben actuar. Es más, hay estudios que consideran que el síndrome de Diógenes no existe y solo es un comportamiento alterado, las personas que viven acumulando basura no encuentran nada raro en ello y piensan que guardan cosas que en algún momento van a necesitar, solo sufren cuando se interviene, cuando los servicios hacen una limpieza necesaria en sus casas», explica el psiquiatra del Marcide que reconoce que un informe en el que solo se describa este modo de vida nunca suele ser suficiente para que un juez promueva una incapacidad, un internamiento o simplemente un tutor que vele por los intereses del que lo padece. Para que sea efectivo en el terreno judicial es necesario que exista una enfermedad mental grave.

Caso de servicios sociales

El psiquiatra Alberto Durán tiene claro que solo la intervención de los servicios sociales puede poner remedio a este modo de vida, aunque reconoce que es un abordaje muy complejo. Algo que confirman desde el Concello de Ferrol, donde los servicios sociales hace años que conocen la situación de los hermanos de A Graña. Esta semana la policía intervino a raíz de la denuncia de una protectora de animales, Indican. Los 17 perros que convivían con los hermanos se encontraban hacinados y atados con cadenas. Fueron recogidos por personal del refugio de Mougá y ellos, trasladados al hospital en una ambulancia.

Los portavoces municipales confirman que los servicios médicos no encontraron razones para que estos dos vecinos de A Graña quedasen ingresados y precisan que ellos poco más pueden hacer. Tampoco existe un expediente judicial para valorar sus capacidades y eso limita que la administración pueda prestarles ayuda si no la solicitan ellos mismos o algún allegado. La pescadilla que se muerde la cola. Aun así, tratarán de ayudarles para que puedan mejorar su calidad de vida.