Ferrol apuesta por la humanización

Carla Elías Martínez
Carla Elías FERROL

FERROL CIUDAD

JOSE PARDO

A la peatonalización de calles por el covid-19, la apertura de la plaza de Armas y el cierre al tráfico de las calles adyacentes se suma el Plan de Mobilidade Urbana Sostible

07 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Si el coronavirus puede llegar a dejar alguna buena huella en la sociedad será en el urbanismo. Con el avance en las medidas de desconfinamiento, la primera guerra que ganó el ciudadano a la pandemia sanitaria fue en el asfalto. La gente se echó a la calle para disfrutar del espacio público.

En Ferrol, el Concello puso en marcha dos medidas para favorecer el tránsito peatonal y el deporte al aire libre los fines de semana: habilitó una senda segura desde Caranza hasta A Malata y también cerró al tráfico las calles Alta del Puerto y Celso Emilio Ferreiro. Una medida global que ha llegado a su fin, ya que la bautizada como Senda 8000 se limita desde ayer a la avenida de Irmandinos y al paseo de Caranza, después de que el gobierno local constatase una menor afluencia de viandantes en toda el área que se había habilitado.

Otro proyecto que ya es realidad plaza de Armas. No solo ha supuesto la reforma, sino el cierre al tráfico de calles adyacentes. La peatonalización de las manzanas de ambas calles comprendidas entre Sol y Magdalena no estaba contemplada en el proyecto de reforma, pero el gobierno local, viendo que durante el transcurso de las obras de reforma, con los dos tramos de calle cortados al tráfico, no se generaban problemas de circulación, resolvió proceder a su peatonalización, con zonas reservadas de estacionamiento para vehículos de los servicios municipales y de personas con movilidad reducida.

Sin embargo, sí que han saltado voces discordantes con un punto de este proyecto, los bancos. Son del siglo XIX y no alcanzan los mínimos establecidos en la altura. «Están muy por debajo de los 0,40 metros, no alcanzando una profundidad de asiento de entre 0,40 y 0,45 metros y una altura comprendida entre 0,40 metros y 0,45 metros», explican en la entidad ASCM. No obstante, desde el Concello afirman que están estudiando esta situación para tratar de adaptarlos a todos los vecinos.

De hecho, la consecución de «una ciudad inclusiva» es uno de los principios del decálogo por el que se rige la Red de Ciudades que Caminan, colectivo al que se adhirió Ferrol el año pasado y, de Galicia, solo pertenecen Pontevedra, O Carballiño, A Coruña y Carballo. La adhesión a esta iniciativa supone asumir como propios los principios y derechos que defiende la red, según los cuales «caminar debe ser el máximo exponente del sistema de la movilidad urbana». Y su decálogo será fundamental como base del Plan de Mobilidade Urbana Sostible de Ferrol, que el Concello inició la semana pasada acordando «establecer un calendario de traballo para revisar e analizar conxuntamente» con todos los grupos.

El siguiente frente que se abrirá en la ciudad ahora de cara a nuevas medidas de peatonalización serán las terrazas hosteleras.