Monitores a domicilio para ayudar a los padres a conciliar

Carla Elías Martínez
Carla Elías FERROL

FERROL CIUDAD

La empresa de animación infantil La Guagua se reinventa ofreciendo servicios de canguros y minicampamentos

02 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La crisis sanitaria del covid-19 ha golpeado brutalmente al sector del ocio y tiempo libre infantil. Pero, con el avance de las medidas de desescalada, muchas familias se encuentran ahora con el problema de tener que retomar el trabajo presencial sin disponer de guarderías o colonias de verano. Marco en el que surgen iniciativas como la propuesta de La Guagua. «Llevamos muchos años realizando ludotecas y proyectos educativos. Simplemente es cambiar el chip, en vez de ir a trabajar a los colegios o a los centros cívicos contratados por los ayuntamientos, ahora son las casas», explica Carla Iglesias Redondo, directora de la empresa.

Cuentan con medio centenar de personas en la plantilla, divididas en dos equipos, uno de animación y otro más educativo. «Cogimos a esta parte de la plantilla para lanzar la propuesta estival», señala. ¿En qué consiste? Ofrecen a las familias tres tipos de servicios: canguros individuales, canguros grupales o minicampamentos. «Tenemos bonos de diferentes horas para gastar. Tú nos dices qué horario vas a necesitar y, mientras lo tengas en funcionamiento, puedes además coger horas extra si necesitas ayuda puntual», señala la responsable de la empresa.

Los servicios están dirigidos a niños de 0 a 12 años. Normalmente, ellos no trabajan con la franja de 0 a 3, pero han querido ampliar el rango por la situación de crisis sanitaria. «Se puso en contacto con nosotros alguna escuela infantil porque tenían a familias muy agobiadas», señala Iglesias. La otra fórmula que ofrecen son los minicampamentos de hasta diez niños. «Está enfocado a que lo contrate un grupo de amigos, vecinos, una urbanización, una entidad como el Club de Campo... Siempre habrá trabajando un monitor con un grupo máximo de cinco niños», señala.

Medidas de seguridad

Para poner en marcha esta propuesta han elaborado un protocolo de medidas de seguridad, condicionado a que entre en vigor alguna norma específica. «Hay que tener en cuenta que no existe, todavía, un protocolo oficial. En otras comunidades autónomas, como Cataluña, hay uno del Injuve, otro de un colectivo de campamentos... Fuimos buscando todas estas pautas y creamos un protocolo, aunque a la espera de que se apruebe uno oficial», detalla la mentora.

Algunas de las medidas concretas que se llevarán a cabo diariamente son la toma de la temperatura, tanto a los monitores como a los niños; el trabajo con guantes, mascarillas y geles hidroalcohólicos. «Los padres y los trabajadores firmarán cada día un documento conforme no han estado en contacto con ningún contagiado y no presentaron ningún tipo de síntomas», incide Carla. También verán repercutido su trabajo a la hora de poder usar menos material. «Este año hay que minimizar todo el material y sacarle partido a la imaginación, se va a ver a los buenos profesionales», comenta.

Los pequeños no están obligados a llevar mascarillas hasta los seis años y a partir de ahí si, siempre y cuando no mantengan la distancia de seguridad. «Somos muy francos y sinceros, son niños, nosotros ya les decimos a las familias a lo que estamos. Si estás muy preocupado es mejor contratar el monitor individual. Si accedes a contratar un grupal debes ser consciente de que los niños no van a tener la mascarilla puesta seis horas, porque es inviable, van a jugar», reconoce.

¿Qué ocurriría en el caso de que un pequeño o un canguro diese positivo? «Se pondría inmediatamente en conocimiento de la autoridad sanitaria pertinente y en cuarentena a los niños del grupo», incide.

Desde La Guagua son optimistas y esperan ver la luz tras dos meses y medio parados. «Somos una empresa con mucha gente, un local grande y nos está costando. El 13 de marzo se frenó todo, estamos desde entonces en cese de actividad, y ahora esperamos ya, con las primeras contrataciones de los canguros, reactivarnos», desea la responsable, que incluso plantea la necesidad de realizar contrataciones. «Imagino que para el rango de 0 a 3 años, los técnicos de educación infantil, que son los que menos tenemos, acabaremos haciendo una búsqueda específica de personal», señala.

Iglesias también ha buscado cómo reinventarse durante los meses de inactividad poniendo en marcha una escuela online de tiempo libre y desarrollo profesional. «Hemos montado una página web que ya está casi lista», avanza Iglesias.