El mercado de Caranza se atasca

FERROL CIUDAD

JOSE PARDO

La demandada rehabilitación concluyó, pero el traslado tiene que esperar a que se solucione legalmente la situación de interinidad de los placeros desde hace 22 años

30 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras años y años de reivindicaciones y promesas políticas incumplidas, con la oferta languideciendo por el progresivo deterioro de las instalaciones, el populoso barrio de Caranza tiene, por fin, un nuevo mercado municipal. Las obras de la primera fase de rehabilitación, que supusieron una inversión de 799.515 euros, han finalizado, pero el traslado de los operadores a los nuevos puestos no puede realizarse todavía, por un problema administrativo que lleva latente nada menos que 22 años.

El asunto fue abordado en el pleno celebrado este jueves por la corporación municipal ferrolana, a raíz de una moción del grupo de Ferrol en Común en la que se proponía «adxudicar de forma inmediata os postos do Mercado de Caranza aos praceiros e praceiras, que xa estaba acordada e só resta o trámite administrativo». La propuesta salió adelante con los votos en contra del gobierno socialista.

El edil Germán Costoya, delegado de Seguridad y Tráfico, Mercados, Consumo, Sanidad y Bienestar Animal, justificó los motivos por los que el PSOE no pudo dar un sí a esa iniciativa, retrotrayéndose a la inauguración del mercado de Caranza, en 1983, la explotación por parte de la empresa que construyó las instalaciones, cuya concesión venció en 1998, y a un pleno de mayo de ese mismo año, en el que se decidió por unanimidad que el mercado pasase a formar parte del patrimonio municipal. En aquel momento, para no perjudicar a los placeros, cuyos contratos estaban ligados a la concesionaria, el pleno decidió autorizarlos a seguir explotando los negocios con el canon anterior, con la intención de sacar una nueva concesión. «Y así pasaron 22 años, por lo que los placeros siguen en una especie de interinidad», apuntó Germán Costoya, añadiendo que «para tomar posesión de los nuevos puestos hay que hacerlo legalmente».

En esta línea, apuntó que el gobierno está buscando el procedimiento administrativo que otorgue legalidad a la ocupación de las nuevas instalaciones. A su modo de ver, es lo mejor para todos, sobre todo para los vendedores, «porque, al no tener concesión, es la manera de darles seguridad en la adjudicación de los puestos, con un plazo de concesión como en los otros mercados municipales».

«No se arregla con una moción»

El edil del área insistió en que la pretensión del gobierno es que puedan hacer el traslado lo antes posible, «pero haciendo las cosas bien», añadiendo que la situación «no se arregla con una moción».

Germán Costoya no quiso aventurar plazos, pero aseguró que Patrimonio está haciendo «un trabajo exhaustivo» y que la ocupación de los nuevos puestos «se hará a mayor brevedad posible, garantizando la legalidad».

El presidente de la asociación de placeros del mercado de Caranza, Carlos Basoa, manifestó a este periódico que habían sido convenientemente informados por la jefa de Patrimonio, quien les garantizó que ellos no van a tener ningún problema, pero que antes del traslado hay que hacer una serie de trámites, en los que tardarán los menos posible. «Pueden ser unos quince días o más, pero lo realmente importante es que se hagan las cosas bien», apostilló el presidente de los placeros.

Los operadores se muestran ilusionados con el resultado de la reforma ejecutada por la ute Prace y Obras Públicas San Emeterio, que les permitirá «tener unas instalaciones modernas y competitivas, en las que poder mostrar productos frescos y de primera calidad», según Carlos Basoa.