«Ver un sol radiante a través de la ventana puede provocar sentimientos de frustración en algunas personas»

FERROL CIUDAD

ROCÍO BRAGE

El psicólogo Alexandre Lamas recomienda no perder de vista el «motivo tan importante por el que estamos haciendo este esfuerzo»

06 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Quiero que llueva lo suficiente para que no apetezca salir de casa» o «el buen tiempo me sube el ánimo, aunque sea dentro de mi piso». ¿Influye el tiempo aunque no se pueda salir de cuatro paredes? El psicólogo ferrolano Alexandre Lamas explica que «es un hecho de sobras conocido que el buen tiempo mejora nuestro estado de ánimo, tanto la luz como la temperatura tienen un efecto positivo en nuestro bienestar. El sol aumenta la producción de serotonina, neurotransmisor clave para sentirnos con energía, y lo hace además de manera muy rápida. Sin embargo, algunos estudios señalan que estos efectos solo tienen lugar en el caso de que podamos salir de casa». 

En medio del confinamiento, ha llegado la primavera, y el tiempo que ha caracterizado estas tres semanas de encierro en la zona ha sido predominantemente seco: muchos días de sol, y temperaturas que han llegado a superar los 20 grados. La lluvia apenas ha hecho acto de presencia.

Para los que viven confinados en una casa con jardín, el buen tiempo puede ser un elemento motivador durante la lucha contra la pandemia, sin embargo, para los que lo residen en pequeños pisos donde apenas entran los rayos de sol, la situación se torna diferente. «En una situación de confinamiento como la que estamos viviendo, los efectos del sol se dejarían sentir menos y además existirían otras variables que afectarían a nuestro humor. Ver un sol radiante a través de nuestra ventana puede provocar sentimientos de frustración en algunas personas ante la idea de perderse cosas o dejar de disfrutar de ellas», explica este profesional, que añade que «por eso, más que nunca es necesario tener claro el motivo tan importante por el que estamos haciendo este esfuerzo, y entender que, aunque no sabemos cuanto durará, llegará el día en el podremos recuperar nuestro ritmo de vida habitual. Además, el egoísmo, por una vez, viene a nuestro rescate: mucha gente se siente menos frustrada al saber que los demás también están en sus casas y que no son los únicos que tienen que quedarse sin salir».

De todos modos, Lamas insiste en que el confinamiento con lluvia es parte de la vida de los gallegos, «aún así, siempre habrá quién preferirá que llueva para saber que no se están perdiendo nada».

Sin embargo, por lo general, las precipitaciones constantes, detalla el psicólogo ferrolano, siempre acaban haciendo mella en el ánimo. Un ejemplo muy reciente es el pasado mes de noviembre, cuando se superaron todos los récords de registros de lluvia en la comarca, «y eso que entonces podíamos salir de casa».