Solo contempla el taller de sub-bloques y otros equipamientos en Ferrol y Fene
07 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El Gobierno central acababa de dar la razón a aquellos que han alertado en los últimos meses de que Navantia había aparcado el proyecto de construcción de un dique cubierto en su factoría ferrolana, una de las infraestructuras clave para convertirla en un Astillero 4.0. En una respuesta parlamentaria a una pregunta formulada por Unidas Podemos, el Ejecutivo cifra en 160 los millones que se invertirán en Ferrol en el marco del plan de futuro previsto para el período 2019-2022. «En las inversiones para el astillero de Ferrol procede destacar el nuevo taller de fabricación de sub-bloques que va a permitir empezar la aplicación del modelo de Astillero 4.0 en la construcción de las fragatas F-110. Este nuevo taller de sub-bloques, que se espera que esté operativo en 2022, integrará todas las tecnologías relacionadas con la transformación digital y servirá de base para la implantación del modelo Astillero 4.0», se explica en la respuesta parlamentaria. Esta está fechada el pasado 21 de febrero, y se produce en respuesta a las preguntas formuladas a finales del 2019 por Antonio Gómez Reino y Yolanda Díaz, cuando aún no se había formalizado su entrada en el Gobierno como ministra de Trabajo.
En esa declaración, el Ejecutivo de Pedro Sánchez aclara que «el resto de inversiones relevantes se dedicarán a la modernización y mejora de capacidad de las instalaciones eléctricas, mejora del equipamiento de los talleres, robotización de soldadura de nudos de jackets para eólica marina y mejoras medioambientales en el chorreado de buques». Es decir, que la construcción del dique cubierto para revolucionar la fabricación de buques en la antigua Bazán, dejando de hacerlo en las gradas, como hasta ahora, no entra en los planes de la dirección de la compañía pública.
Unos 700 empleos al año
Los cálculos del Ejecutivo de Pedro Sánchez apuntan a que las inversiones ligadas a la ejecución del plan de futuro generará ocupación para unos 700 trabajadores al año, «debido al impacto indirecto e inducido sobre el empleo por el efecto arrastre sobre el resto de sectores de actividad y por su efecto renta».
Tampoco contempla el Gobierno central el buque logístico que está demandando la plantilla de la fábrica ferrolana para paliar la caída en la actividad que se avecina entre la finalización de los dos barcos que se están construyendo para la Armada de Australia y el arranque de las cinco fragatas F-110 para la Marina española. En este sentido, el Gobierno sostiene que la actividad de Navantia en la ría ferrolana «se centrará en la finalización del programa de los dos buques logísticos para la Armada australiana, en el diseño de las nuevas fragatas F-110, en los proyectos eólicos y en el negocio de reparaciones, además de la ejecución de los trabajos de modernización del astillero».
No obstante, subraya que «previo al comienzo de la construcción de las F-110, se invertirán más de un millón de horas de trabajo de ingeniería (estudios, ingeniería funcional, logística), ingeniería de construcción, planificación y gestión del programa».
En cuanto a la antigua Astano, el Ejecutivo explica que su actividad se concentrará en los proyectos eólicos en curso o en fase de adjudicación, mientras que en el departamento de Reparaciones incide en la importancia del contrato para la modernización de una plataforma off-shore canadiense, que sustentará 600 empleos. A la fábrica de Turbinas no se hace ninguna alusión.
«Adicionalmente, la empresa sigue desarrollando una intensa actividad comercial, tanto en el ámbito de la construcción naval militar como en los mercados de diversificación y reparaciones para ampliar la cartera de pedidos y la actividad en el conjunto de los centros productivos de Navantia, incluidos los ubicados en la ría de Ferrol», anuncia al respecto.
El PSOE insta a estudiar su viabilidad, pero un informe previo ya la constató
El senador del PP Juan Juncal elevó recientemente a la Cámara Alta una moción para instar al Ejecutivo a la construcción del dique seco. El PSOE presentó una enmienda, que fue rechazada por los populares, en la que apostaba por estudiar la viabilidad de una infraestructura, que había sido incluida ya en los planes de transformación del astillero en el 2017. Además, pese al evidente retroceso que se le quiere imprimir a este proyecto, Navantia cuenta desde hace tiempo con un informe, que había sido elaborado por una consultora externa, precisamente para evaluar la viabilidad del dique cubierto en la antigua Bazán.