La remodelación del mercado de Caranza entra en su recta final

FERROL CIUDAD

JOSE PARDO

A los puestos de venta les faltan los rótulos y la ute trabaja ahora en los baños del sótano

10 dic 2020 . Actualizado a las 16:33 h.

La prórroga solicitada en enero por la ute Prace y Obras Públicas San Emeterio para finiquitar la reforma del mercado municipal de Caranza vence el próximo día 15 y, si no surgen inconvenientes, en esa fecha la intervención podría estar rematada. De hecho, el presidente de los placeros, Carlos Basoa, manifestaba ayer a este periódico que la parte nueva del mercado ya está acabada, a falta de pequeños retoques. «Solo falta pintar los nombres de cada negocio», dijo, añadiendo que los obreros están trabajando ahora en la planta sótano, en la que se ubican los baños, incluidos los adaptados para personas de movilidad reducida, y dos almacenes, además de un montacargas.

A la vista de la buena marcha de las obras, los vendedores confían en que se cumpla el plazo del 15 de marzo como fecha de remate de la intervención, si bien desconocen cuándo se podrá materializar el traslado. No obstante, tienen pendiente una demanda, consistente en la colocación de barras en las carnicerías para colgar los artículos, que desconocen si va a ser atendida.

La reforma del mercado municipal de Caranza afecta a un tercio de las instalaciones existentes en el edificio. En la primera planta se han dispuesto los 16 puestos de venta proyectados, de los que 14 son para los operadores actuales y otros dos a mayores.

JOSE PARDO

La oferta actual, que es la que va a comenzar a operar en la primera planta, consta de tres carnicerías, cuatro pescaderías, dos fruterías, dos charcuterías, una panadería, una tienda de productos ecológicos y un cafetín. La intención de los placeros pasa por completarla con otro despacho de pan y otra charcutería en los dos locales vacantes.

El renovado mercado cuenta con un ascensor desde el sótano y las entradas son totalmente accesibles. Una está situada en parte frontal, por la entrada actual a la zona de pescadería, y la pequeña subida se salvará mediante una rampa. El otro acceso comunica con la avenida de Castelao y la zona del aparcamiento, que tiene capacidad para 150 vehículos.

JOSE PARDO

La reforma incluyó, asimismo, la realización de un nuevo forjado, la reposición de la cubierta y la incorporación de aislamiento térmico y falsos techos, además de una nueva fachada de tapa metálica, la renovación de las carpinterías exteriores y la sustitución de las conducciones eléctricas, de saneamiento, ventilación y sistema contraincendios.

Los placeros de Caranza confían en que se cumpla el compromiso municipal de ejecutar una segunda fase de rehabilitación, destinando los nuevos espacios a una guardería, un local para los mayores y otro para las entidades del barrio.

El portavoz del gobierno, Julián Reina, manifestó el pasado lunes que confía en que las obras estén rematadas en el plazo previsto y aseguró que la adaptación de este tercio del edificio permitirá disponer de un mercado adaptado al siglo XXI.

Un edificio de 170 millones de pesetas que fue perdiendo valor por falta de mantenimiento 

La primera fase de rehabilitación del mercado de Caranza, que se inició a finales del mandato anterior, con una inversión de 799.515 euros, viene a poner coto al deterioro, por falta de mantenimiento, de un edificio inaugurado el 6 de abril de 1983 por el alcalde socialista Jaime Quintanilla Ulla. Había costado 170 millones de las antiguas pesetas y la apertura de los puestos tuvo que retrasarse unos días, a causa de problemas administrativos. Aunque nunca llegaron a estar ocupados en su totalidad los 5.000 metros cuadrados de superficie con que cuenta, la oferta sí era mucho más amplia que la que se conserva en la actualidad. Los que lograron pervivir tuvieron que hacer frente a lo largo de estos 33 años a la pérdida de habitantes del barrio, y a la apertura de grandes superficies comerciales y de supermercados.

El mercado de Caranza, que nació bajo la denominación de centro comercial, fue diseñado por los arquitectos Juan Rey-Cabarcos Vázquez y Francisco Freire Corzo. Se preveía que daría ocupación a 250 trabajadores de forma directa y a unos 400 de forma indirecta.

La firma Mercados Gallegos S.A. se hizo con la concesión por un período de 15 años, abonando al Concello un canon anual de 1.250.000 pesetas. A los adjudicatarios de los puestos se les otorgó la titularidad por 40 años, de los que restan siete.

Los placeros se muestran ilusionados con el resultado de la reforma, que les permitirá «tener unas instalaciones modernas y competitivas, en las que poder mostrar sus productos frescos de primera calidad».