Los ajustados plazos de Armas

FERROL CIUDAD

CESAR TOIMIL

Las obras en el espacio más céntrico de Ferrol no finalizarán a tiempo y tendrán que ser prorrogadas de nuevo

29 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Una semana. Ese es el tiempo que, oficialmente, resta para la conclusión de la remodelación de la plaza de Armas. Pero no será así. Los trabajos de remodelación no han evolucionado al ritmo esperado. Y aunque la reforma está ya en su recta final, será imposible que la esté concluida para el 8 de marzo. Esa era la fecha que se fijó en enero, después de que la empresa solicitase una primera prórroga de dos meses. El ejecutivo local aseguraba entonces que no sería necesario agotar la prórroga y que los trabajos concluirían a finales de febrero.

Se alegaban tres motivos no imputables al contratista para dilatar la recepción de la obra: la necesidad de revisar y apuntalar una losa de hormigón que soporta la escalera lateral del Concello; la demora de los trabajos de canalización y cableado de los centros de transformación eléctricos; y las lluvias de las semanas precedentes, que impidieron la ejecución del pavimento de tierra. Los dos primeros de esos puntos se cumplieron en este tiempo. Pero no así el tercero.

Al menos, diez días

La tierra sigue sin llegar a la plaza, aunque la previsión actual apunta a que lo hará en la semana del 9 de marzo. Problemas con la elección del tipo concreto de pavimento y su suministro parecen estar detrás del nuevo retraso. Y desde la dirección de obra y el Concello se da por hecho que será necesaria una nueva prórroga, cuya duración todavía no se ha concretado. En el recinto se aguarda el aporte de componente terrizo que recubrirá más de la mitad de la superficie de la plaza. Pero para su extensión son necesarios varios días de tiempo seco. Con la mejor de las previsiones, se estima que esta tarea llevará en torno a diez días, lo que, ajustando al máximo los plazos permitiría que estuviese lista para las Pepitas.

Mientras se organiza la próxima llegada del pavimento, los trabajos continúan tímidamente sobre la plaza. Tras el parón en la construcción por el Carnaval, los trabajos se retomaron en la calle Rubalcava, donde se está ultimando la recolocación de los adoquines que se disponían de forma irregular.

Además resta también la disposición del encintado de losetas que rodeará hacia el interior el perímetro de la plaza, una franja de piedra de 1,30 metros de ancho, que también está a expensas de la tierra.

Lo último será la colocación del mobiliario urbano —bancos, papeleras y alguna fuente— y de otros elementos singulares sobre la superficie. En las últimas semanas se completó la plantación de los 21 tilos que llevará la plaza y quedaron colocadas las cuatro grandes farolas que iluminarán el interior del recinto. Los ocho asientos dobles de listones de madera blancos permanecen apilados sobre el suelo enlosado a la espera de su colocación.

La obra de Armas se inició oficialmente en abril con un plazo de ejecución de nueve meses, aunque los primeros trabajos se visibilizaron en mayo. Los trabajos los ejecuta la ute formada por Prosema y Global Civis, con un presupuesto de 1,35 millones de euros, un 80 % de la Edusi.

Los elementos singulares: escudo de piedra, Toros ibéricos y un tablero de ajedrez

El aspecto final de la plaza de Armas lo completarán algunos elementos singulares que se incorporarán al recinto. El primero ya puede verse en la superficie: un tablero de ajedrez en el suelo, con losas de dos tonos distintos de granito, y que se colocó a petición del gobierno local. Además, la escultura Toros ibéricos que, ya sin valla de protección se encuentra bajo los soportales del Concello, ocupará un lugar destacado en el lateral izquierdo de la fachada del Ayuntamiento. Se colocará sobre una peana de piedra igual a la que sostendrá la última incorporación al proyecto: el escudo de piedra del siglo XVIII que presidía el antiguo Ayuntamiento y hoy se encuentra en el Torrente Ballester.