La plaza de Armas de Ferrol se despeja para recibir la tierra

FERROL CIUDAD

CESAR TOIMIL

El pavimento terrizo de color similar al granito y de textura batida cubrirá más de la mitad de la superficie del recinto

03 feb 2020 . Actualizado a las 17:03 h.

Una gran extensión de tierra es ya visible sobre la plaza de Armas. Sin embargo, no será ese el pavimento que la recubra, sino un material especial cuya llegada es inminente. La pasada semana se aceleraban los trabajos para despejar la parte inacabada del recinto. Y el viernes habían desaparecido ya de la zona donde se encuentran casi todos los árboles la mayor parte de los paquetes de losas de granito que se encontraban apilados sobre el terreno. La maquinaria se ha recogido hacia la frontera con el corredor de piedra que pasa frente al Ayuntamiento. Y el terreno ha quedado expedito para recibir el polémico pavimento que cubrirá el resto de la plaza.

Todo lo que en el gran rectángulo de Armas ahora mismo no está cubierto con losetas será tierra. Es decir, más de la mitad de la superficie de la nueva plaza. Las piezas pétreas de veinte centímetros de espesor que restan por colocar están destinadas al contorno de la plaza, completamente encintada por una acera de granito. En el perímetro donde se han recolocado ya las piedras históricas, se doblará con otra fila interior de losa nueva. Y se dispondrán también en los laterales de Rubalcava y Tierra, ya que los bloques que ya existían en las calles de Ferrol no alcanzaron para cubrir las necesidades.

Aunque todavía no hay confirmación oficial, se aguarda que la tierra llegue en los próximos días a Armas, con la incertidumbre de cómo funcionará ese material ante la lluvia y la leve inclinación del terreno.

Desde la dirección de obra siempre se ha incidido en que se trata de una tierra estabilizada, con un producto químico que mejora las prestaciones el adecuado drenaje del suelo. Y de hecho, se suprimieron los caminos «para pies secos» inicialmente contemplados en el proyecto -senderos de losa de piedra que atravesarían la tierra-, al considerar que no serán necesarios.

25 centímetros de espesor

«El pie estará muy seco», decía en una entrevista a La Voz en noviembre el arquitecto Carlos Pita, responsable del diseño y director de la reforma. En ella sostenía que esta tierra no mancha y que tampoco formará charcos. Se dispondrá una capa de 25 centímetros de espesor, y su aspecto será parecido al de la tierra batida de una pista de tenis, pero de un color similar al del granito. En un mes, la plaza de Armas tendrá que estar completamente terminada. El 8 de marzo vence el plazo de la prórroga otorgada por el Concello para acabar la obra, que enfila su fase final con la llegada de la tierra, pero donde restan aún por concluir las aceras laterales y los trabajos de los centros de transformación.