Una tradición del Año Nuevo
03 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Animados por el buen tiempo un nutrido de personas subieron a Chamorro y degustaron callos en A Cabana en el primer día del año. A primera hora se dieron cita en A Malata. Ya en Chamorro se reunieron los que corren, los que van en bici y los que caminan. Xan Ramírez, el presidente del Club Montaña Ferrol, recuerda que hace 30 años eran tres. Pero para estrenar este 2020 había más de un centenar de personas entre veteranos y jóvenes. Por allí vimos, por ejemplo a la presidenta de los vecinos de A Graña, María Cortabitarte, una de las fieles, que confesaba que después de degustar los callos se va a su casa, se pone el pijama y descansa después de vivir intensamente el comienzo del año.
Los callos, ¡muy buenos!
La tradición de finalizar la marcha de Aninovo con callos se remonta a hace aproximadamente 18 años. Al principio los servían en el Club de Remo, y desde hace unos años, en el local de la asociación de A Cabana, en donde anteayer había cola para hacerse con una tapita. Esperando turno nos encontramos a otro asiduo de la cita, Rafael López, al que parece haberle sentado de maravilla jubilarse. Rafa, ha cambiado los churros de La Bola de Oro, por su pasión por hacer deporte, mantenerse en forma, caminar y si se tercia degustar unos buenos callos.
Tradiciones sin fronteras
Los callos de Aninovo se degustaron también en Países Bajos. Richard Deulroo, socio del Club Montaña Ferrol y que no pudo acudir este año, preparó una pota de callos e invitó a tan suculento manjar a todos sus vecinos de Emmen. Ferrol y sus tradiciones no tienen fronteras.