«Esto era como un túnel: solo pensabas en salir»

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Los comerciantes de la manzana de la calle Real afectados por las obras muestran su satisfacción por la reapertura de la vía

20 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La reapertura de la calle Real cogió por sorpresa a los negocios ubicados en el tramo frontal de Armas, donde ya solo quedan cuatro bajos abiertos. Lembranzas es el negocio más reciente. Desde hace dos meses Begoña Alfaya despacha allí artículos de plata, antigüedades, regalos y otras curiosidades. Y no ocultaba su satisfacción por los avances de la obra: «La gente pasaba por un espacio tan pequeñito y estrecho, y encima con paraguas, que era como si fuera un túnel: lo único que piensas era en salir por el otro lado», explica. Ahora, confía en que el incremento del espacio vital frente a su negocio atraiga más clientela. «La gente no se paraba. No tienes espacio casi para pasar tú, imagínate para fijarte en escaparates», explicaba. Y ahora todos las ansias están puestas en «que acabe la obra», algo que, a su juicio, no sucederá antes de febrero: «Hay un montón de trabajo por hacer y el tiempo se lo está poniendo muy difícil», argumenta mientras hace una defensa encendida de la ciudad: «Es muy fácil enamorarse de Ferrol, pero la gente de aquí necesita alegría».

A dos portales se encuentra General Óptica. Allí, en cambio, las vallas fueron aliadas en los últimos meses: «Curiosamente hemos notado que la gente venía más», aseguró el personal. «Al tener todo cerrado, había más gente que pasaba por delante», lo que no impide que la reapertura de la calle sea una buena noticia para ellos. Y más lo será, dicen, cuando acaben las obras.

En Q Móvil, la tienda de carcasas y accesorios telefónicos, ayer todavía no habían notado los efectos de la reapertura. Claro que tampoco notaron en su día la repercusión del cierre: «Fue casi igual. Ahora la situación está mal, pero es por el tiempo, porque está siempre lloviendo, no por las obras», señaló su responsable. «Más importante es que falta gente en el centro, y que han cerrado muchas tiendas», apostilló. Y en Nueve, una tienda de complementos y artículos de moda, admiten que durante el tiempo entre vallas «notábamos menos gente». Ahora «esperamos que mejore», deseó su dependienta.