Hay calles, como Concepción Arenal, en la que los cambios se producen en bajos contiguos
11 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Otro fin de año con baile de aperturas y cierres en el barrio de A Magdalena. Los más pesimistas hablan de ola de clausuras, porque contabilizan el cierre de clásicos como Garbo, en la calle del Sol, la perfumería Clarel muy cerca, el adiós de Cardume y el de Petit Shop, entre otros.
«El problema ya no es la falta de clientes, que también, o las obras de la plaza de Armas, que nos han afectado mucho, sino que nuestros clientes de siempre no se atreven a gastar, porque la situación general es de mucha incertidumbre», precisa el responsable de un local que bajará la persiana tras casi una década detrás del mostrador. «Mis compradores son personas mayores y está claro que de esas hay muchas en la ciudad, pero el dinero que destinaban antes a comprarse ropa lo entregan ahora a la familia para ayudarles o lo ahorran por lo que pueda pasar», zanja.
Los comerciantes que tiran la toalla en el centro se quejan, asimismo, de la poca empatía de buena parte de los vecinos: «Prefieren coger el coche y pagar un aparcamiento en A Coruña antes que comprar a las tiendas de aquí, todo lo nuestro les parece caro», aseguran. También existen adioses que no solo están motivados por los problemas económicos, como es el caso de Cardume, que cumple dos años esta misma semana.
Adiós a una sala de muestras
Fue la primera concept store de A Magdalena, es decir, un espacio comercial que mezcla moda, arte y cultura, donde se daba a conocer el trabajo de artesanos como los autores de las joyas de papel elaboradas en Nigrán, cerámica de Favorito Studio y la obra de artistas como Eduardo Hermida o Antonio Seixas. Este local, inspirado en la tienda parisina Colette cuenta con una sala de exposiciones que ha acogido diversas actividades culturales. Su responsable, Carla Bras, busca un relevo hasta el día 26, jornada en la que dejará este proyecto.
