¿Sabes quién fue Mencía Calderón?

museo naval FERROL

FERROL CIUDAD

MN

Rememoramos la vida de una viuda con hijos pequeños que se embarcó en la conquista del nuevo mundo en América

07 dic 2019 . Actualizado a las 18:24 h.

Siguiendo con el empeño de nuestro Museo Naval de ahondar en la historia de nuestras valerosas mujeres de la mar, fijaremos hoy nuestro catalejo en Doña Mencía Calderón; mujer de fuerte personalidad y fortaleza de espíritu, rasgos que caracterizaban a esas mujeres españolas que un día abandonaron su país para compartir con los hombres la gran empresa americana. Para poder entender su historia debemos remontarnos a la España Imperial del siglo XVI, siendo el Río de la Plata uno de sus territorios más distantes en su expansión en América, y de difícil control. En esa zona tan alejada se venían produciendo enfrentamientos por la ausencia de mujeres blancas, y para contrarrestar esta situación se necesitaban jóvenes solteras dispuestas a contraer matrimonio allí. Así, Carlos I puso en marcha una expedición en la que Juan de Sanabria, esposo de Mencía Calderón, tenía el cargo de Adelantado; debía preparar una Armada y trasladar a la ciudad de Nuestra Señora de Asunción a dichas mujeres.

Recayó en Mencía la difícil tarea de tantear y convencer a mujeres jóvenes solteras, procedentes de familias hidalgas extremeñas, que quisieran contraer un matrimonio ventajoso en América. Para su desgracia, Juan de Sanabria muere por unas fiebres antes de emprender el viaje, ejerciendo ella de facto desde ese momento el papel de Adelantada (aunque por las leyes de la época sería su hijastro Diego de Sanabria quien heredaría el Título). Tenía 34 años, viuda y con tres hijos cuando nuestra protagonista Mencía abandonó España, partiendo de San Lúcar de Barrameda el 10 abril de 1550, con más de 300 personas, una armada de tres barcos y más de 50 mujeres a bordo «que representaban la posibilidad de cincuenta nuevos hogares españoles». La larga travesía estuvo llena de vicisitudes y penalidades, sufriendo muchas bajas (entre ellas la hija pequeña de Mencía), tormentas, ataques piratas e incluso naufragios. En 1552 llegan al Brasil siendo retenidos allí por el gobernador y puestas en libertad por la intervención directa del rey de España. Siguieron viaje, y tras largo camino, atravesando selvas logran su objetivo, llegando a la ciudad de Asunción a mediados de 1556, con gran júbilo de la población española.

Terminaba así un viaje que de nueve meses previstos inicialmente, pasó a ser una odisea de 5 años, recorriendo más de 1.600 km; teniendo estas mujeres un papel decisivo en la supervivencia de toda la expedición (cosían velas, cocinaban, y participaban en todas las actividades) y significando todas ellas esperanza, ilusión, y la posibilidad de una vida nueva para los hombres de Asunción. Durante toda esta aventura, el papel de Mencía fue esencial para cohesionar y mantener los objetivos del grupo de mujeres a lo largo de la expedición. El ejemplo de Mencía nos ofrece sin duda el semblante de una mujer valiente, adelantada a su época, aventurera, madre, esposa, compañera, líder, emprendedora y provista de grandes dotes de mando. Su fascinante historia es la de muchas mujeres españolas que se preocuparon más de la colonización que de la conquista, siendo parte esencial en la evolución cultural y económica de la sociedad colonial, sentando las bases sociales y culturales de la gran gesta de la Hispanidad en el Nuevo Mundo, trasplantando allí su lengua y costumbres.

Ven al Museo Naval de Ferrol (abierto de martes a viernes, de 9.30 a 13.30 h; sábados, domingos y festivos, de 10.30 a 13.30 h). Más información en la web y visitas guiadas en el correo: museonavalferrol@fn.mde.es.