El mapa de los peores baches

C. López / B. Abelairas FERROL

FERROL CIUDAD

Baches en Ferrol
Baches en Ferrol JOSE PARDO

Tres grandes «fochancas» lideran el ránking del mal estado general de los accesos a Ferrol, pero la mayoría de las calles también evidencian la falta de mantenimiento

29 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El enlace de la salida del Acceso Norte con la carretera de Santa Mariña es el punto de la ciudad que genera más denuncias -una media de seis al mes- por los daños en vehículos ocasionados por un gran bache que fue reparado la semana pasada, a los dos días volvió a aparecer y ahora ha vuelto a ser tapado, como se ve en la foto. Pero hay otras dos «fochancas» que también representan un peligro para los coches e incluso para sus ocupantes. Están situadas en el vial que discurre en paralelo con el Acceso Norte desde la rotonda pequeña de A Malata y entronca con la carretera de O Raposeiro. Son dos baches cortantes muy próximos, por lo que si se consigue esquivar uno, lo más probable es que se caiga en el otro.

JOSE PARDO

En la carretera de la Trinchera y la avenida de Esteiro también es necesario hacer auténticas filigranas para sortear los agujeros existentes en la calzada, algunos de ellos convertidos ya en socavones, con el consiguiente riesgo de invadir el carril contrario y provocar un accidente.

Otra vía de la periferia que genera bastantes denuncias por un bache de gran tamaño es la carretera de Mandiá, en el tramo que discurre por debajo del acceso al puerto exterior. Por su parte, en la calle Río Mera hay otro socavón que ya dio más de un susto a los conductores.

En el centro

Pero la mayoría de las calles del centro tampoco resultan «cómodas» para circular. La única que se salva de la criba es Sol, cuya reurbanización incluyó la eliminación de los adoquines en la parte de la calzada por la que discurren los vehículos.

Por su parte, la calle de la Iglesia es la que registra más quejas, en este caso de los viandantes y los titulares de los negocios, por las consecuencias de los sucesivos parcheos. Y es que el firme está resquebrajado y con baches en los que se acumula el agua de lluvia que, al paso de los vehículos, salpica a peatones y escaparates. La plaza del Callao no se queda atrás en cuanto a quejas, porque ni la gran intervención acometida ni las posteriores reparaciones consiguieron solventar el problema de los adoquines hundidos.

El firme irregular de la calle Lugo, en el tramo entre las Angustias y el Callao, también genera un traqueteo que hace resentir los amortiguadores.