«Es imposible circular con seguridad con la bici por los arcenes de la comarca»

Carla Elías Martínez
CARLA ELÍAS FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

JOSE PARDO

Los ciclistas de Ferrolterra se quejan de la falta de mantenimiento, lo que hace peligrar su integridad

25 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

«Es casi imposible poder circular por los arcenes de muchas de las carreteras de la comarca con seguridad», afirman tajantemente desde Pulpeiros de Mugardos. El auge del ciclismo en la comarca es innegable. En los últimos meses se han inaugurado nuevos pumptrucks para la práctica de cabriolas sobre la bicicleta en circuitos, los clubes incrementan sus actividades y hasta se pusieron en marcha alojamientos turísticos enfocados a los viajeros que cuentan con bicicletas, atraídos por el atractivo de las rutas ciclistas en la comarca. Pero los clubes alertan de un gran peligro, que se incrementa con la llegada del mal tiempo, la falta de mantenimiento de las aceras.

Uno de los mayores problemas a los que se enfrentan los ciclistas de asfalto es la diferencia que existe entre la propia carretera y el arcén en algunos viales que han sido remozados en la actualidad. Con bicicletas de carretera que no tienen suspensión es peligroso. «En algunas zonas de Ferrolterra lo que pasa es que reasfaltan o pintan el propio vial y lo nuevo no coincide con la banda rugosa antigua. Es incómodo y te llevas más de un susto», advierten desde el Club Ciclista de Ferrol.

Piedras, cristales, hojas, tornillos... Los deportistas se encuentran con múltiples escollos

No solo su mantenimiento es irregular, sino que cuando uno se sube a la bicicleta de carretera y sale a pedalear, nunca sabe cuánto durará el arcén. «Hay pocas carreteras con arcenes y luego que la anchura es muy variable», recalcan desde la entidad ferrolano. Advierten de que los sustos son «continuos». «El estado es indignante, y nos afecta a todos», lamentan.

Suciedad

Además de los problemas estructurales, con la llegada del mal tiempo se agrava su estado. «Te encuentras suciedad, piedras, cristales, tornillos... Siempre están más rotos que el propio vial. Con el paso del tiempo se suele arreglar la carretera por donde van los coches, pero de los arcenes se olvidan, como solo circula gente caminando o bicicletas. Y a mayores, generalmente están muy sucios, con piedras, barro, plantas... Con este tiempo se ponen aún mucho peor», alerta el ciclista de descenso Marco Veiga.