Los itinerarios guiados por el interior del edificio se retomarán el 2 de noviembre
13 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.El palacio de Capitanía luce ya su aspecto renovado. La Armada ultima las obras de mantenimiento de la fachada exterior -y que también acomete en las dependencias interiores- que mantuvieron el emblemático inmueble cerrado a las visitas desde comienzos del verano.
Ahora, los itinerarios se retomarán a partir del 2 de noviembre -puente de Todos los Santos- y continuarán organizándose, como es ya habitual, el primer sábado de cada mes.
El público podrá acceder mediante reserva previa, bien a través de WhatsApp (696531070) o en el correo electrónico ferrolguias@gmail.com.
En cada jornada se habilitarán dos turnos: uno a las 11 y otro a las 12 horas, con un límite de 20 personas para cada visita.
El recorrido tiene una hora de duración y esta temporada incluirá novedades respecto a años anteriores, debido a que el traslado de Cuartel General de la Fuerza de Protección (Fupro) ocupará dependencias de la parte funcional del inmueble y que en los anteriores itinerarios sí se mostraban a los visitantes. No obstante, según avanzan desde Fertur, la gestora de las visitas, se compensará con otros espacios, antes no incluidos. El precio por persona es de 4 euros.
Meses de obra
El expediente para adjudicar los trabajos se firmó en la primera quincena del mes de mayo y a continuación se iniciaron las actuaciones ya previstas en la conservación del edificio. Unas obras que, si bien coinciden con la nueva ubicación de la Fupro, no se acometieron específicamente por el traslado de la unidad de la Armada a Ferrol.
El palacio, cuya construcción se inició en 1755, atesora en su interior el estilo del siglo XVIII y a lo largo de su historia sirvió como residencia a más de un centenar de almirantes jefes.
El Ministerio de Defensa, a través de la Armada, comenzó a abrir el singular conjunto arquitectónico a la ciudadanía en octubre del 2014, hace ahora cinco años, con el objetivo de acercar el patrimonio cultural y militar tanto a los vecinos de Ferrol como a los turistas.
Sede de la extinta Zona Marítima del Cantábrico, las visitas comprendían la parte baja del palacio y la planta más noble, donde se exhiben numerosos cuadros y escenas navales, piezas exclusivas de relojería, esculturas y otras joyas artísticas de temática castrense, hasta adentrarse en el gran salón, una de las estancias más representativas de la edificación. Asimismo, obras de art decó, representaciones de personajes célebres o recuerdos de diversos países decoran las diversas salas formando un conjunto de gran atractivo.
Tras años de cierre, el primer paso de apertura fue la puesta en servicio en su interior de una subsede del Archivo Naval para la consulta de los documentos más demandados. El entorno del palacio alberga habitualmente el tradicional arriado solemne.