Otros cambios de color que modificaron la estética de Ferrol

R.P.P. FERROL

FERROL CIUDAD

CESAR TOIMIL

El edificio de Abanca en la plaza de España, el hotel Almirante o el barrio de Recimil cambiaron su aspecto en los últimos años

11 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Ferrol verá cambiar de color uno de sus edificios emblemáticos. No es el primero, ni previsiblemente será el último. Para buscar el referente más cercano en el que una mano de pintura cambió la imagen de toda una plaza solo hay que remontarse un año. En plena plaza de España, el edificio de Abanca, que hasta entonces lucía de un llamativo y característico color granate, mudó a un discreto color gris, lo que contribuyó a integrarlo mejor en el entorno.

Uno de los cambios cromáticos más recordados en el ámbito privado se encuentra a pocos metros de allí. En la esquina con la calle María, el hotel Carrís Almirante se yergue hoy blanco inmaculado. Pero hasta no hace tanto, concretamente hasta el año 2011, su fachada multicolor atraía todas las miradas.

JOSE PARDO

Permaneció así catorce años, combinando trazos geométricos de color rosa, azul, amarillo y blanco, en un diseño ideado por un estudiante de Arquitectura que se impuso en el concurso convocado en 1997. Pero el grupo Barceló decidió acabar con la policromía tras la adquisición del establecimiento.

La nave de la Pescadería de Ucha fue también objeto de un llamativo pintado, abandonando en 2015 el azulón que lucía entonces por un tono agua entre el azul y el verde.

Pero si hay un paradigma del cambio cromático en Ferrol ese es el barrio de Recimil. Una polémica intervención en 2010 desplazó el blanco de las fachadas y las tiñó de un repertorio multicolor con verdes, rojos, naranjas y amarillos. Pero estos colores también tienen fecha de caducidad, ya que la actuación de renovación de las fachadas emprendida ya prevé su pintado de beis.