As Pontes

Manuel Couce DESDE LA ALAMEDA

FERROL CIUDAD

06 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya estamos asistiendo a otro gran cambio industrial y se refleja en la profunda mutación que puede sufrir una población como la de As Pontes y que evidencia que nada se ha hecho en España para reconducir una situación que producía y exportaba energía a otros países de nuestro entorno. Y así llegamos hasta aquí en que las autoridades se disponen a aplicar energías renovables, o nos cargamos el planeta.

Con este problemón se reunieron en Ferrol los alcaldes de las tres comarcas con el presidente de la Diputación para analizar la situación en As Pontes y sus consecuencias. Acordaron solicitar entrevistas con la Xunta y el Gobierno Central para que no se escaquee nadie en la misión de obligar a buscar una solución alternativa digna de nuestros vecinos de As Pontes. Todos sabemos que la energía eléctrica es un bien imprescindible, hoy por hoy es un principio de todas las cosas y no se puede prescindir de ella y, a pesar de ello los políticos, gobernase quien gobernase, llevan más de cuarenta años sin ponerse de acuerdo para consensuar un plan que evitara situaciones como la que se presenta y que deja temblando a todo un pueblo que vuelve a entrar en una época muy dura.

Ante esta realidad es muy lamentable que todavía mediocres políticos con responsabilidades públicas no se hayan percatado de que estamos hablando de la necesidad de vertebración efectiva de la energía eléctrica limpia, que no se hizo, y ahora hay que cruzar un campo minado esperando la solución que debe llegar por el bien de esta comarca. En su día el ministro de Obras Públicas Indalecio Prieto dio directrices a las grandes empresas y les dijo: «Son obras muy importantes que hay que tener muy presentes y necesitan la asistencia de quienes gobiernen o estén en la oposición». Y quienes a una empresa de esas magnitudes negasen su auxilio serían no enemigos del régimen, sino unos miserables traidores de España.

Así pues, sentido de Estado con lo que está pasando en As Pontes, que no se evapore en favor de la calculadora electoral. Toca cerrar filas para defender el país y darle una vuelta de tuerca a los que ahora pretenden buscar culpables intentando detener esa marea que encabezaron los alcaldes, en un proceso de desdramatización, pero con realismo para que se encuentre una solución para un pueblo trabajador, cuya gente ha reportado grandes beneficios a España.