Los coches históricos toman Ferrol

María Aneiros, B. C. LA VOZ

FERROL CIUDAD

El Cantón acogió la exposición de las más de cuarenta joyas automovilísticas que participaron ayer en la septima edición de la Xuntanza de Clásicos

14 sep 2019 . Actualizado a las 20:44 h.

El Cantón de Molins se convirtió esta mañana en un sala de exposiciones al aire libre en la que observar de cerca las joyas automovilísticas que se dieron cita en la séptima Xuntanza de Clásicos Cidade de Ferrol. Los que se habían encontrado con los vehículos por sorpresa se entremezclaban con los que habían acudido a la cita perfectamente equipados con sus cámaras para fotografiar hasta el más mínimo detalle de los automóviles históricos. «Ahora mismo tenemos unos 40 coches clásicos, aunque para la comida seguramente rondaremos los 60» comenta Carlos López Rodríguez encargado, junto a Javier Parcero y en colaboración con la Sección de Clásicos de la Escudería Ferrol y el Concello, del encuentro.

Mercedes, Mini, Golf, Land Rover e incluso una Volkswagen Westfallia aparcaron a lo largo de la Alameda. Algunos, como los diferentes modelos del icónico Seat 600 despertaban recuerdos en algunos de los visitantes, mientras que los más lujosos, como los Porche, eran observados con asombro mientras los propietarios de los automóviles respondían a las dudas de los más curiosos.

«La mayoría son de coleccionista de la zona», comenta López, que destaca el hecho de que cada vez más gente joven se interesa «por esta afición que supone no tener tiempo, pero si un gasto enorme». «Este tipo de eventos son la excusa perfecta para limpiar los coches y sacarlos del garaje donde los guardamos», bromea.

Destaca por su antigüedad un Austin Seven del año 1932, propiedad de Carlos Cagigao que, pese a sus 87 años y su evidente valor estético, está, igual que todos los demás, en perfectas condiciones de lucirse también en carretera. Así lo demostró cuando pasadas las 12 del mediodía, los vehículos participantes partieron en procesión hacia Covas. «No hay miedo a que te dejen tirado, lo pueden hacer, pero como cualquier coche nuevo», asegura López sobre el recorrido en el cual contaron con la colaboración de motos «que también son clásicas, pues superan los 25 años», para ayudarles a controlar el tráfico.

Tras un viaje a bajas velocidades, los coleccionistas pondrán fin al evento con una comida en el restaurante casa Beceiro.