El alcalde de Ferrol quiere pulsar el interés de nuevas empresas por Porta Nova

FERROL CIUDAD

CESAR TOIMIL

Mato aboga por dar otra oportunidad a la gran superficie para que funcione

06 sep 2019 . Actualizado a las 08:36 h.

Un polo comercial que actúe como elemento dinamizador del barrio y de reactivación económica. Así concibe el nuevo gobierno que debe ser el centro comercial Porta Nova, la galería fantasma en que se ha convertido el gran edificio de más de 7.500 metros cuadrados de superficie. Con solo dos negocios manteniendo su actividad, su futuro no parece halagüeño. Pero el alcalde, Ángel Mato, buscar darle una nueva oportunidad para que conserve sus usos comerciales. Y funcione.

Tras haber descartado continuar con la asignación de los locales vacíos a entidades de la ciudad, en un proceso iniciado por el anterior gobierno que el equipo actual no comparte, el regidor aboga por trabajar por que el centro comercial cumpla con el objetivo con el que un día nació, hace ya casi un cuarto de siglo. Distribuidos en sus tres plantas llegaron a funcionar más de una veintena de negocios. Hoy apenas es una sombra de lo que fue y desde hace dos años ya solo quedan dos: una tienda de la óptica Novalux y un gran supermercado Gadis, cuya afluencia de clientes es lo único que justifica que el centro comercial se mantenga abierto.

Pero pese a ello, Mato confía en su potencial. Y en intentar promocionar el uso que le asigna el plan general. «Hay que darle una oportunidad a Porta Nova para que siga siendo un elemento tractor y de generación de vida y movimiento del entorno del Inferniño», declaró. «Tenemos una superficie comercial que funciona relativamente y creo que ese comercio de proximidad podría ayudar a dinamizar una zona como es la carretera de Castilla y los Ensanches que ya tienen bastante vida». A ello le suma un párking, cerrado desde el pasado 1 de abril, pero que «quizá es uno de los más cómodos de la ciudad».

Y por todo eso defiende la necesidad de pulsar el interés de nuevos operadores comerciales y «ver un poco qué interés puede tener para determinadas empresas poder gestionar eso». Pero ¿puede haber interés empresarial después de tanto tiempo vacío? «No lo sé, pero mi obligación como alcalde es intentar explorar esa vía», argumenta.

La última iniciativa empresarial sobre la mesa rondó Porta Nova durante el anterior mandato. En el año 2016 el Concello la descartaba porque, según explicaba el entonces alcalde, Jorge Suárez, la empresa interesada exigía una inversión «millonaria» por parte del Concello que entonces no se estaba dispuesto a acometer. Y se ponía entonces encima de la mesa el proyecto para conceder los locales a entidades de la ciudad y reservar una planta para proyectos de coworking, que nunca llegó a poner en marcha.

Sobre la concesión de locales, Mato justificó que «no se trata de que las entidades no puedan desarrollar sus actividades, sino de que hay que normalizar el proceso; eso tiene que estar regulado». Y defiende que el Ayuntamiento «dispone de espacios más que suficientes para que las entidades puedan ejercer sus actividades en diferentes sitios».