Los agentes de la Policía de Ferrol que tuvieron que pagar el peaje de la AP-9: «Los delincuentes pueden saber que tenemos problemas para entrar en la autopista»

FERROL CIUDAD

xoan a. soler

Recuerdan que la empleada de Audasa «llegó a sacar su cartera para pagar ella el peaje del coche patrulla, pero no podíamos permitírselo»

19 ago 2019 . Actualizado a las 19:33 h.

Los dos agentes de la Policía Local de Ferrol que se encontraron con la negativa de una responsable de la autopista a permitir el paso del coche patrulla por la salida de Cabanas sin abonar el peaje evitan el protagonismo tras ese episodio en la AP-9. Pero denuncian, como miembros de un cuerpo de seguridad que se considera perjudicado por dicho proceder, lo ocurrido el pasado sábado en el curso de una persecución a unos presuntos ladrones.

Los agentes D. A. y J. C. califican de «increíble y lamentable» el episodio que les tocó vivir, señalando incluso que puede ser utilizado a su favor por los delincuentes, conocedores de que «si se escapan por una autopista, la Policía Local no los va a seguir. O, al menos, va a tener trabas para darles alcance».

Según su relato, todo comenzó cuando recibieron la comunicación, a través de la centralita del cuartel, de que un vecino de Ferrol estaba persiguiendo con su coche a los ocupantes de una furgoneta que habían robado en su finca. Los agentes ferrolanos, siguiendo las indicaciones del denunciante, entraron en la autopista y poco antes del peaje de Cabanas lograron interceptar el vehículo sospechoso, en el que viajaban dos mujeres, un hombre y un niño.

En el operativo participaron un coche patrulla en el que iba la jefa de servicio, un vehículo de atestados y otro patrulla en el que circulaban D. A. y J. C. Tras identificar a los ocupantes de la furgoneta -estaba sin ITV- y revisar el interior -no encontraron efectos robados, pero se sospecha que pudieron deshacerse de ellos antes de entrar en la autopista-, los dos primeros coches policiales abandonaron el lugar. D. A. y J. C., que habían estado regulando el tráfico para evitar accidentes a causa del operativo, los siguieron poco después y al llegar al peaje de la salida de Cabanas se encontraron con que no había nadie en la cabina. «Llamamos al telefonillo, apareció una chica que estaba de guardia y nos dijo que no sabía cómo desbloquear la barrera, por lo que llamó a la encargada y le explicó que era un coche de la Policía Local que iba detrás de una furgoneta, pero la respuesta fue que no daba autorización para abrir la barrera», relata D. A. Y añade que «la chica estaba muy nerviosa y cuando mi compañero le dijo que podía ser un delito de obstrucción a la Justicia, cogió la cartera para abonar ella el peaje, pero no podíamos permitírselo y pagó mi compañero». Los dos coches patrulla que salieron antes también habían realizado el abono, por creer que no había nadie en ese peaje de la AP-9.