De recuerdo de las vacaciones, un décimo del sorteo de Navidad

IAGO CODESIDO / C. L. FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

REBECA LÓPEZ

Los loteros de Ferrol hacen su agosto con los turistas, que llevan probando suerte desde julio

18 ago 2019 . Actualizado a las 17:34 h.

Con las temperaturas elevadas pero el cielo cubierto de nubes otoñales, la idea de hacerse con un boleto de lotería de Navidad no parece muy descabellada. Amparada por el orballo, una mujer se acerca a la ventanilla de la administración del Cantón. «¿Tienes uno de Navidad que termine en 5?», pregunta. El lotero, Juan Parado, responde afirmativamente y la despacha. «Agosto siempre trae un pico de ventas», explica mientras atiende a otro comprador.

Por extraño que parezca, buena parte de los boletos para el sorteo extraordinario del 21 de diciembre se reparten mucho antes, en los meses de verano. Juan, que el año pasado vendió hasta agotar existencias, indica que, en los meses estivales, suele sacarse de encima «entre un 15 y un 20 por ciento» del total de décimos que recibe de Loterías. Al preguntarle sobre el origen de esta demanda, responde tajante: «Turistas, casi todos. La gente de aquí por ahora no compra».

Compradores de toda España

Desde que el 10 de julio Loterías dio el pistoletazo a los décimos navideños, las administraciones ferrolanas agotan números y terminaciones a cuenta de los turistas, llegados desde distintas partes de España. Sagrario Bestilleiro, que junto a su marido lleva décadas al frente de la sucursal de la calle Galiano, cuenta que ya en junio algún viajero le preguntó si tenían lotería. «Muchos tuvieron que irse sin ella», afirma esta vendedora. La situación es semejante en la calle Rubalcava. «Es gente de Madrid, Cataluña y Andalucía, principalmente», detalla Carlos Fernández, el administrador. Para Manuela Lope, que lleva 45 años vendiendo en esta sucursal, estos meses están siendo especialmente buenos: «Veo muchos turistas por la calle, más que en veranos pasados».

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Intercambio de décimos

Los visitantes suelen adquirir boletos de lotería como si se tratase de un recuerdo de viaje. «Muchas veces vienen grupos grandes que se llevan varios décimos del mismo número», señalan en Rubalcava. También se da el caso del turista que adquiere un boleto para regalarlo cuando regrese a su domicilio. «Es habitual que hagan intercambios entre amigos y familiares», apunta Juan, de la administración del Cantón. «Cada uno compra una participación en el lugar donde veranea y luego se lo da a otro, que hace lo mismo», abunda.

Para aprovechar esta práctica tan extendida entre los compradores, la administración del Cantón se sumó a la llamada «lotería de viaje». En este caso, el intercambio lo practican las propias administraciones de distintos puntos del territorio para ofrecer series llegadas de otros lugares. Juan cuenta que comenzó a hacerlo en respuesta a esos ferrolanos «que siempre dicen que los números de aquí nunca dan nada». El resultado es que los vecinos compran lotería de otros puntos de España, mientras que los turistas prefieren buscar suerte en los décimos de Ferrol.

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En cuanto a las terminaciones preferidas, los loteros comentan que hay pocos cambios con respecto a años pasados. «El 7 y el 5 son siempre los favoritos», aseveran en Rubalcava. A esta apreciación se suma Sagrario, que, sin embargo, puntualiza que sus compradores «no se ponen pesados y al final cogen los que haya». Juan concreta algo más: «El 13, el 15, el 17 y el 19 se venden muy bien todos los años». Casi al momento, una señora se acerca a su ventanilla y le pide un boleto terminado en 13. Ya quedan pocos. A cuatro meses de que comiencen a girar los bombos, la suerte de muchos ya está echada.