Iago López: «Rehabilitar es convertir un desastre en un traje a medida»

Iago Codesido / C.L. FERROL

FERROL CIUDAD

REBECA LÓPEZ

Convencido del potencial del barrio portuario, reforma un edificio en la calle Carmen Curuxeiras

21 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

A un año de haber comenzado las obras, el plan de Iago López para rehabilitar un edificio en el corazón de Ferrol Vello se acerca a la recta final. «Nos queda un mes o dos, como mucho». Arquitecto de profesión y con experiencia en el mundo de la reforma, decidió comprar, junto a una compañera de trabajo, uno de los muchos inmuebles ruinosos que ocupan el casco antiguo de la ciudad para reacondicionarlo e instalarse en él. «El barrio está en un estado lamentable, pero a mí me encanta», afirma.

Su vivienda, un dúplex con bajo y bajocubierta, se encuentra ubicado en «la peor zona» de Ferrol Vello, según él mismo reconoce, con aire resignado. Está en la calle Carmen Curuxeiras, un rincón del casco antiguo que el Concello mantuvo cerrado al paso durante años porque varios de sus inmuebles amenazaban con derrumbarse. En su edificio, la situación no era sustancialmente mejor. «Lo único que quedaba eran los muros, de piedra, y una cubierta que se caía a trozos, recuerda. La reforma aplicada tuvo que ser integral. Cambiamos la vigas y la estructura de la cubierta. Lo único que se mantiene son los muros perimetrales», señala.

Aunque, por el momento, está contento con el resultado -le ha imprimido un toque funcionalista y moderno al interior del edificio- reconoce las dificultades atravesadas a lo largo de estos doce meses. «En Ferrol Vello los edificios son muy estrechos, por lo que la reforma resulta más complicada que, por ejemplo, en A Magdalena». El punto más ancho de su nueva vivienda no alcanza los 4 metros, mientras que el más angosto supera por los pelos los 2,5. «Hay que darle muchas vueltas al proyecto para que encaje en el espacio disponible», explica.

López no duda en recomendar la rehabilitación como recurso para hacerse con una vivienda en propiedad de forma asequible. «Si eres estricto con los gastos puedes mantenerte en el presupuesto», asegura. En su caso, además, la administración le ha apoyado con una subvención pública que cubre «entre el 20 y 25%» del coste total de la obra.

Sin embargo, para López la principal ventaja de la rehabilitación es la capacidad de decisión que da al futuro inquilino sobre su vivienda. «Al reformar una casa puedes diseñarla a tu gusto», señala. Un privilegio que en el mercado de primera mano está reservado a quien construye inmuebles unifamiliares, generalmente lejos de núcleos urbanos. «Cuando rehabilitas, coges un desastre y lo conviertes en un traje a medida», resume.

Pese al evidente abandono del barrio, declarado BIC en el año 2011, López confía en el efecto arrastre de propuestas como la suya de cara a una recuperación integral de la zona. «Ferrol Vello no es muy grande. Si se arreglan diez casas es posible que el resto de propietarios se sume». Para él, el deterioro del casco se debe a varios factores, pero destaca uno clave: el desinterés de algunos propietarios, que en muchos casos no viven en la ciudad. «El inmueble que nosotros compramos pertenecía a una familia de Barcelona que llevaba 20 años sin pasar por Ferrol», señala. También se da el caso de viviendas que llegan a manos de varios propietarios como consecuencia de una herencia. Los años dirán si otros propietarios secundan la propuesta de Iago López o si, por el contrario, Ferrol Vello termina por convertirse en el gran solar vacío de una ciudad sin memoria.