175 alumnos ferrolanos se enfrentan a la segunda vuelta de la ABAU en una edición marcada por el nuevo calendario
10 jul 2019 . Actualizado a las 18:39 h.Son las 11 y 10 de la mañana del martes 10 en la Escuela Politécnica Superior de Esteiro y empiezan a salir los primeros alumnos del examen de Lengua castellana. Saray, que estudió en el IES Breamo, es optimista. «Podría haber salido peor», dice. Como ella, 175 alumnos de distintos centros de la zona de Ferrol se enfrentan estos días a la segunda vuelta de la ABAU, la antigua selectividad, que por primera vez en su historia cerrará la «repesca» en junio y no en septiembre.
Entre los 77 alumnos que esta mañana están en Esteiro -el resto se examinan en la Politécnica Universitaria de Serantes- los ánimos al salir del primer examen de la mañana son semejantes. Zaira, Patricia y Adrián, del IES Carvallo Calero, celebran que los temas a desarrollar en comentario crítico fueran de actualidad. «Caeu feminismo e cambio climático», señala Patricia. «Ao final son cousas das que falan todos os días e iso axuda», comenta.
Marcos, Miguel y Alejandro, que esperan fuera a que comience el siguiente examen -Historia, a las 12-, suscriben el optimismo de sus compañeras. «El comentario crítico era lo que más miedo me daba», confiesa Marcos, «pero eran temas que conocía bien», afirma. Estos tres amigos, del IES Montojo, comparten alivio con respecto a la pregunta de literatura. «Tuvimos mucha suerte porque nos cayó Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez, que era de los más sencillos», asegura Marcos. Álvaro puntualiza que «habría sido mejor que fuese el Modernismo, que era más fácil», pero está contento.
En las manos de algunos -y en las mochilas de casi todos- relucen hojas de apuntes a las que echan una mirada rápida de vez en cuando. Alejandro reconoce que los trae «por si acaso», pero que nunca termina estudiando por ellos. Entre los examinados que esperan a las puertas del centro la actitud es más bien relajada ? algunos fuman mientras charlan -, paradigma que contrasta totalmente con el ambiente que se vive en los pasillos del Politécnico. A las puertas de su aula, Zaira y Adrián admiten estar «un poco» nerviosos. Patricia, en este caso, se desmarca de sus compañeros. «Non son unha persona nerviosa», sentencia. «O que sí sinto é ansiedade por facer os exames e poder dicir por fin que rematou», señala, bajo la mirada de sus compañeros.
Para la mayoría de estudiantes en Esteiro es la primera vez que se enfrentan a las pruebas de la ABAU. Como señala Purificación, profesora de Inglés en el IES Breamo, «casi todos se presentan a esta prueba porque tenían alguna materia suspensa y no pudieron presentarse a la convocatoria de junio. Sin embargo, también hay casos de alumnos que vienen a repetir la fase específica para subir nota. El 99 %, para intentar entrar en Medicina» , precisa.
El hecho de celebrar las pruebas en julio y no septiembre es bien recibida por la práctica totalidad de los alumnos. «Te deja el resto del verano libre», señala Zaira, a lo que asienten Adrián y Patricia. Miguel, del Montojo, destaca una de las consecuencias más importantes del cambio de calendario: «las carreras y las FP no cierran», señala. En años anteriores, la oferta de grados y ciclos se reducía drásticamente porque la mayoría completaban plazas antes de la celebración de la repesca. Miguel, además, resta importancia al hecho de que el período comprendido entre las recuperaciones y la ABAU sea más corto. Hace dos semanas todavía estaban examinándose de las primeras . «El tiempo termina sobrando», coinciden los tres.
Más pronto que tarde dan las 12 y los estudiantes emprenden el paso a las aulas que les corresponden para empezar el examen de Historia. Los que optaron por examinarse de Filosofía tendrán que esperar hasta el viernes a las 11 de la mañana. Después de este quedarán tan solo las pruebas de Diseño y Economía, que finalizarán a las 14:30. Y después, el verano.