El diálogo se enfría para el pacto de Ferrol

Rocío Pita Parada
rocío pita parada FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

R.P.P.

Ángel Mato demanda celeridad al partido de Jorge Suárez: admite ya que habrá que poner una fecha límite y contempla que la próxima semana pueda haber gobierno

29 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La negociación del pacto para el gobierno de la ciudad se enfría y cada vez se aleja un poco más la posibilidad de la coalición. Aunque PSOE y Ferrol en Común continúan defendiendo públicamente el avance de unas conversaciones que aspiran a traducirse en, al menos, un bipartito, lo cierto es que el desarrollo de la negociación está tensionando la relación entre ambos bandos. Y la probabilidad de un gobierno en solitario del PSOE, que hace más de un mes, tras el 26M, parecía remota, gana enteros. Pero en política, en Ferrol, nunca nada es seguro.

¿Cuándo se sentarán de nuevo a negociar?

La próxima semana, previsiblemente el lunes, aunque la cita aún no estaba fijada ayer. Primero era FeC quien, antes de la investidura pedía que se acelerasen las conversaciones. Ahora es el PSOE el que tiene más prisa y el partido de Suárez el que dilata estratégicamente los plazos, en un intento de presión. La última reunión fue el martes y el fin de semana se descartaba quedar para hablar. En las tres últimas semanas hubo cuatro mesas de negociación, dejando discurrir hasta seis días de por medio. Y las dos últimas no llegaron a la hora de duración, y fue FeC quien prefirió no prolongarlas. El jueves hubo una reunión interna de Ferrol en Común para informar sobre la situación del pacto, acerca de la que Mato no tenía noticia ayer por la mañana. Se acordó continuar con la negociación, aunque no ha trascendido en qué términos. Suárez no quiso hablar ayer.

¿Dónde están los puntos de fricción?

En al menos dos capítulos: el del programa y el de reparto de poder. En el primer capítulo, las diferencias vienen, sobre todo, por dos cuestiones: la remunicipalización y el convenio con Defensa, aspecto sobre el que no se ha llegado a un acuerdo. Mato defendía ayer que «tenemos que tener la altura de miras suficiente como para poder pensar primero en la ciudad y en las posibilidades que nos ofrece el Sánchez Aguilera y el resto de las parcelas». Y, considera, «sería una torpeza no poder sacarlo adelante», avanzando que ya ha establecido conversaciones informales con el ministerio a la espera de que se conforme el Gobierno. En el reparto de carteras, el desencuentro tiene un nombre: Urbanismo. Es una de las exigencias de FeC para el pacto. Y una de las concejalías innegociables para el PSOE, pilar estratégico sobre el que Mato aspira a conformar un ejecutivo donde los socialistas sean la «columna vertebral».

¿Cuándo habrá gobierno?

El debate sobre el pacto tiene fecha de caducidad. Y le quedan menos de dos semanas. Lo saben ambas partes y sobre todo el alcalde, que tiene permanentemente en su mira el 15 de julio, fecha en la que, como muy tarde, deberá celebrar el pleno de organización con el que arranca de forma efectiva el mandato. ¿Se ha puesto fecha límite a la negociación? «Por el momento no», señala, pero advierte de que «es evidente que a medida que pasa el tiempo es más urgente cerrarlo». Y aboga por no agotar los plazos legales. Entonces, ¿habrá gobierno la próxima semana? «Lo desconozco», admite, pero deja caer: «Espero que sea posible la semana que viene configurar un gobierno».

¿Y qué pasa con el BNG?

La formación de Iván Rivas sigue a la espera. Primero, de que el gobierno de Mato dé respuesta a sus exigencias, trazadas en su discurso de investidura, y de las que no ha obtenido hasta el momento, en las conversaciones mantenidas a salvo de los focos, una respuesta que satisfaga sus expectativas. Y segundo, de si hay acuerdo entre PSOE y FeC. Porque si cada vez se aleja más la posibilidad de un futuro tripartito, de no haber pacto entre socialistas y comunes, los nacionalistas ya no se plantearían entrar en el gobierno al no sumar los trece que dan la mayoría.

Mientras tanto, ¿qué pasa en el Ayuntamiento?

El alcalde defendía de nuevo ayer que el Ayuntamiento «no se ha parado en ningún momento». Pero lo cierto es que la ausencia de delegación de competencias -todas las acumula Mato- por la incertidumbre sobre el pacto ralentiza el arranque del mandato. E impide que sus ediles comiencen a trabajar ya en sus áreas.