«Tuve que cubrir la pared con pladur y poner calefacción, pero la humedad sigue entrando»
FERROL CIUDAD
A.M.C. es una de las vecinas afectadas por el abandono del solar número 32 de la calle Coruña. Lleva más de una década con reclamaciones que no son atendidas por el Concello de Ferrol. Lo único que consiguió a lo largo de este tiempo es que un arquitecto municipal realizase un informe sobre la citada parcela, del que se desprendía que se iban a iniciar trámites para requerir a la propiedad que la acondicionase y que, si no hacía, se ejecutaría por vía subsidiaria «cuando tuvieran dinero y de eso hace un año».
Para hacer frente a las humedades y filtraciones, A.M.C. se vio obligada a realizar obras en su propia vivienda. «Tuve que cubrir la pared con pladur y poner calefacción, pero la humedad sigue entrando», apunta, al tiempo que muestra a este periódico las manchas en la pared y una gran grieta en el suelo que atraviesa dos dependencias de la casa.
Esta vecina relata que cuando su hijo tenía ocho años -ahora tiene 16- tuvo que marcharse a casa de sus padres, «porque nos entraban ratas de alcantarilla». La situación no ha mejorado, sino todo lo contrario, ya que, según añade, «no puedo abrir las ventanas, por las ratas, y porque entra el frío y la humedad». Las zarzas que se extienden desde el solar colindante ya cubren las piedras del que, en su día, tuvo que ser el balcón del primer piso, descolgándose sobre la acera y trepando por las paredes del edificio colindante.