El alcalde de Ferrol es de firmes convicciones socialistas, aunque de talante dialogante
16 jun 2019 . Actualizado a las 17:22 h.El nuevo alcalde de Ferrol deberá dar con la fórmula para garantizar la gobernabilidad de la ciudad los próximos cuatro años. No en vano lo suyo son las fórmulas. Está especializado en ingeniería química, aunque antes de retornar a la primera línea de la política ejercía de jefe de seguridad industrial y de prevención de riesgos laborales en Bioetanol Galicia en Curtis. La experiencia avala a Ángel Mato (Ferrol, 1971), un enamorado de la política que ya pasó por la corporación ferrolana tres mandatos atrás, entre el 2007 y el 2011, entonces como concejal de Urbanismo con Vicente Irisarri. También pasó por el Senado, donde fue representante por A Coruña en la última legislatura. De firmes convicciones socialistas y talante dialogante, tiene un concepto elevado de la política, a la que ahora, desde el sillón de la plaza de Armas, intentará imprimir su carácter aparentemente tranquilo y alejado de excentricidades.
Le pesa la responsabilidad de un cargo que ejercerá desde el perfil más institucional que ya viene mostrando en sus últimas comparecencias, y que, como él mismo reconoce, le da una apariencia más gris. «Soy así», defiende. Pero las distancias cortas permiten entrever un Mato más simpático y próximo. Ese que disfruta con la compañía de su familia -está casado y tiene dos hijos- y de sus amigos, a los que presta especial atención. El que disfruta con la playa y el mar, con la lectura y el cine. Y con el café. El que siente especial predilección por Portugal. Y el que no se pierde un recital de fados siempre que quede a su alcance.
Nacido en la Nochebuena de hace 47 años, reside desde siempre en el barrio más alto y de moda de la ciudad, Canido. Es nieto de abuelos represaliados por el franquismo y socialista de carné desde 1993. Se autodefine como «tenaz, comprometido y dialogante». Pero en la vida y en la política la frase que mejor lo describe la eligió él mismo para una entrevista en La Voz: «Pasito de buey, espíritu de lobo y de vez en cuando hacerse el bobo».
SU PRIORIDAD: REVISAR EXPEDIENTES
«Revisar expedientes para ordenarlos por su urgencia. Me preocuparé primero por los servicios sin contrato para saber cómo se pueden poner en marcha lo antes posible».