El PSOE inicia el mandato en solitario pendiente de negociar con Ferrol en Común y el BNG, que ayer perfiló sus exigencias
16 jun 2019 . Actualizado a las 10:35 h.Ángel Mato recuperó ayer la alcaldía de Ferrol para el PSOE. La tradicional alternancia en la plaza de Armas se rompió y por segundo mandato consecutivo mandará la izquierda. Como estaba previsto, a los ocho votos socialistas en la investidura se sumaron los tres de Ferrol en Común y los del BNG, sumando los trece requeridos para levantar el bastón de mando. Sin embargo, el nuevo gobierno arranca en solitario, tras no haber cerrado aún un pacto con esos dos partidos, a los que aspira a integrar en un tripartito que no se antoja sencillo a juzgar por lo oído ayer.
Mato realizó una declaración de intenciones en la que abogó por «dignificar esta adicación temporal que é a política» y por poner «o diálogo permanente no centro da vida pública». Ese diálogo tendrá que empezar por él mismo y el resto de la corporación a la que pidió colaboración: «Para poder abordar este reto precisarei de moita axuda», reconoció, apelando a la experiencia de los dos exalcaldes que se sientan este mandato en la corporación: su antecesor, Jorge Suárez (FeC), y el que precedió a este, José Manuel Rey (PP). «Síntanse libres para achegar toda a súa bagaxe previa para evitar cometer os mesmos erros que poidamos ter cometido no pasado», pidió. Y para abordar retos como, citó glosando su programa electoral, paliar el aislamiento de las comunicaciones en Ferrol, mejorar las comunicaciones por tren, abordar la ausencia de carga de trabajo hasta el inicio de las F-110 en el naval o la ampliación del hospital, entre otros.
Para ello, Mato aboga por la vía de un gobierno de coalición al que FeC, tras meterle prisa esta semana para el acuerdo, se le ofreció de nuevo. El ya concejal Jorge Suárez recordó que el PSOE y el Partido Comunista gobernaron en Ferrol con un resultado «exemplar». «Ogallá que se repita, confiemos niso», apuntó. Ofertó «lealdade» y aseguró que «cada vez que haxa unha proposta neste pleno que mellore a vida da veciñanza ergueremos a man». Ni una referencia al fallido pacto del anterior mandato con el PSOE de Beatriz Sestayo, ayer ausente en la sesión, que se rompió a los quince meses.
Los nacionalistas, la clave
Pero la clave está en el otro grupo de izquierdas, el BNG, cuyos dos concejales valen un ejecutivo de mayoría absoluta. Su cabeza de lista, Iván Rivas, marcó el camino a Mato, trazando sus líneas rojas y condicionando así la negociación en ciernes: «Hai que tomar partido», advirtió. Y en Ferrol eso supone, defendió, decidir si se devuelve la depuradora a su propietario, si se le cobra la tasa de saneamiento pendiente a los vecinos, si la recogida de basuras se va a seguir sacando a contrato o si se peatonaliza. «Fágao como queira: a paso de boi ou de gacela», dijo en referencia a una de las frases favoritas de Mato. «Pero non poña o carro antes dos bois que teñen que tirar del, porque hai quen se move como bolboreta pero pica como avespa», espetó.
Y frente a todos ellos, un PP que esgrime su condición de grupo mayoritario con doce concejales, y en el que su líder, Rey Varela, prometió una oposición «leal» y acuerdos en temas de ciudad, pidiendo a Mato estabilidad y que gobierne para todos.